Un expatriado chino que trabaja para una compañía minera en Australia descubre que la nueva tecnología que está desarrollando la empresa puede ser un riesgo para la salud de los trabajadores, por lo que decide comenzar a investigar para destapar las conspiraciones que se esconden tras la verdad. Una serie de eventos inesperados lo exponen a él y a sus colegas a una intriga terrible donde sus vidas correrán peligro.
La película no pretende ser en ningún momento un film dramático realista y su descontrolado afán por escenas de acción lo sumerge en un número insólito de persecuciones, choques de autos y escenas de acción no del todo logradas. Las vueltas de tuerca no son interesantes y además son demasiadas. La película se hace demasiado larga para terminar en un film demasiado sencillo y gastado. Su clara inspiración en las películas de Misión: Imposible no la hace quedar también porque la comparación se hace inevitable y en eso también sale perdiendo por mucho.