Ambientada en los años 80 la película española dirigida por Víctor García y guion de Guillem Clua, es la típica película de fantasmas que involucra niños. La historia es la de una familia compuesta por dos hijas y sus padres, que se mudan al pueblo de Tarragona, ya que están pasando una apremiante situación económica y consiguen trabajo en un matadero, propiedad del resto de la familia que los ayuda y también los menosprecia. Judith (Olimpia Roch) la hija menor, toma la comunión, todo el pueblo se reúne a festejar y la costumbre es que cada niña se saque una foto con su muñeca. Aquí no hay muñeca ya que no hay dinero. Luego de la Comunión Sara (Carla Campra), su hermana mayor, quien es seguida de cerca por su padre, va a una fiesta con su amiga Rebeca "Rebe" (Aida Quiñones) y amigos en un pueblo cercano. Al volver Sara cree ver en el bosque una niña vestida de blanco que luego desaparece. Lo que sí encuentra es una muñeca antigua que conserva y que es el disparador para "despertar" la maldición que cae sobre los cuatro jóvenes que la vieron. Con desconcierto las mujeres intentan buscar una explicación a lo que está sucediendo y que envuelve una leyenda urbana con los consiguientes sobresaltos y alucinaciones. El film posee un comienzo promisorio que luego se desvanece, cierto suspenso, buena recreación de época y está bien interpretada con una situación familiar creíble, pero terror, lo que se dice terror, no hay y no ahonda en situaciones que hubieran sido muy interesantes (como la relación de maltrato que tiene el padre de Rebe hacia ella). Y el CGI del "fantasma"...lo dejamos ahí.