Hay en el cine de Claire Denis un deseo casi obsesivo de psicoanalizar a sus personajes a través de las imágenes, mientras un relato subterráneo se va formando con lo que no dicho, con lo no mostrado, una estética de lo sugerido que hacen de Con Amor y Furia un exotismo formal que la directora interroga como un espacio más en el que buscar respuestas que quizá nunca lleguen.