Un amor que saca chispa
Eso que llaman química se da entre Chris Evans ("Capitán América") y Michelle Monaghan (“True Detective”).
Para el amor se necesitan dos. O al menos para que funcione. Los protagonistas de esta comedia romántica no tienen nombre, y no porque lo que les pase sea de otro mundo o fuera de lo común. Hay química (o electricidad, que es lo que “se ve” cuando se toman de las manos la primera vez que se ven) de inmediato, pero...
Siempre que surge un pero, hay una comedia romántica.
El título Con derecho a roce juega a imaginar que los personajes de Chris Evans (Capitán América) y Michelle Monaghan (Pixeles, True Detective) son amigos y uno no se anima a decirle al otro lo que siente. Y no es tan así, porque El está enamorado y si tarda en decírselo a Ella es porque tiene novio, y desde chico vive con el trauma de que su madre lo haya abandonado para irse a Chile (qué fue de la vida del padre, pregúntenle al guionista, o a Disney), y se ha convertido en un escéptico en esto de sentir amor.
“El amor es como un barco rajado, que empieza a llenarse de agua, y si no lo reparan, empeora hasta que te hundes”, o “El amor es lo que sigue jodiéndote mucho después de que el sexo acabó” son dos frases que dan una idea de por dónde pasa el asunto en esta opera prima de Justin Reardon.
El, que habla -literalmente- con su corazón, es un escritor al que le piden el guión de una comedia romántica, y como no tiene esas experiencias sale a buscarlas. Así conoce a Ella, y lo que vendrá después es mejor que lo averigüe el potencial espectador. Lo cierto es que la “electricidad” o buena química entre Evans y Monaghan es cierta, palpable en la pantalla, y tal vez descansar en el carisma de los intérpretes sólo no sea suficiente.
Como guiño (o no), a Evans lo acompañan en el reparto Anthony Mackie, que como Falcon fue compañero de aventuras suyo en la última de Capitán América y en Avengers 2) e Ioann Gruffud, que era el Sr. Fantástico o Elástico en Los 4 Fantásticos de 2005, cuando Evans era Antorcha humana. Tal vez, para demostrar cómo se destaca en un género distinto al que le ha dado reconocimiento y, sobre todo, dólares.