Mujer asesina poseída por el diablo; cura + científico + documentalista; cámara en mano y sustos. Una fórmula comercial más que parece funcionar bien con el asunto “exorcismos”, dado que permite aprovechar un ámbito cerrado de manera efectiva. Este film no elude ninguno de los lugares comunes de este subgénero y es, dentro de estos parámetros, efectivo e incluso (o sobre todo) efectista. En el fondo la idea e la de la lucha o la complementación entre la razón y la fe, pero el espectador se queda, sobre todo, con los sustos.