Leo (Facundo Cardosi) es un escritor frustrado y docente de Literatura en la facultad de Filosofía y Letras de la UBA que no está pasando precisamente por su mejor momento: a la crisis creativa le suma otra afectiva, ya que está en pleno proceso de divorcio con Agustina (María Canale) y debe encontrar dónde irse a vivir con sus magros ingresos. Lo que sigue, entonces, es una tercera crisis, ya más de corte existencial, de esas que tantos hombres sufren en la mediana edad tras unos cuantas frustraciones y fracasos.
Cuando Leo se empieza a interesar por Jazmín (Ailín Salas), una muy joven y talentosa alumna de su curso, la película bordea el patetismo (también cuando muestra el “reviente” de cierta noche porteña y de nuestro anithéroe), pero el guionista y director Ignacio “Nacho” Sesma (el mismo de Noche de perros) saca a flote el relato con bastante encanto, humor y sensibilidad. Así, lo que pintaba para un regodeo en los más bajos instintos y miserias de un perdedor autodestructivo (en la segunda mitad se insinúa una tragedia pasada que justifica ciertas características suyas), termina siendo un relato bastante más amable y querible de lo que prometía con ciertos elementos propios de la comedia romántica más clásica.
La película abusa por momentos de cierta “suciedad” con una permanente cámara en mano, que no siempre se traduce en tensión pero que de todas formas no llega a abrumar. Además, las impecables actuaciones de Cardosi como ese intelectual cínico e inmaduro y de Salas, en un personaje menos inocente que el de sus films previos, terminan convirtiendo a Con este miedo al futuro en una historia llevadera y disfrutable.