Con D de desencanto
Un más que bienvenido viraje para Ignacio Sesma (Noche de perros) conocido hace unos años con su comedia bizarra donde también la noche era un marco propicio para los climas de la película. Su segundo opus se apoya en la idea de la transición de un personaje atrapado por la realidad y la asfixia cuando nada de lo que se propuso y propone le sale.
La crisis existencial de este escritor que no escribe hace tiempo porque parece no tener nada que contar lo encuentra además en una ruptura con una pareja (María Canale), hastiada de su inercia y poco comprensiva con su procesión interna, mezcla de desencanto y un mecanismo de auto destrucción que no es más que un reflejo deformado de su mala racha.
Mala racha que se acopia en las pequeñas situaciones que marcan su derrotero: da clases de literatura en la universidad a un grupo de alumnos, quienes al igual que él no escriben ni tampoco demuestran entusiasmo alguno en su clase; sin un lugar propio donde vivir porque el sueldo de suplente en la cátedra no alcanza ni siquiera para un alquiler y siempre bajo la mirada de un entorno que si bien no es hostil es un reflejo del espejo en el que menos le gusta mirarse. Hasta que aparece una alumna (Ailín Salas) y la promesa de que al final del túnel de autodestrucción algo de luz queda.
Pero lo que queda es muy poco porque Con este miedo al futuro es un más que interesante retrato de una crisis existencial en la que Facundo Cardosi se lleva los laureles por la entrega a un personaje fronterizo, a veces parco, otras abatido y con enormes dosis de adrenalina a la hora de la auto destrucción que recuerdan a la película La noche, de Edgardo Castro, film que también tuvo su paso por el BAFICI como este segundo opus de Ignacio Sesma. Con D de drama intimista y también de desencanto.