Buceando entre huellas
El contexto es el de una Argentina prejuiciosa, que no acepta la diversidad sexual y con preconceptos hacia personas como Malva Solis, quien no tuvo una vejez digna. Falleció agotada de tanto luchar por sus derechos e identidad y nos dejó una gran enseñanza de vida.
Con nombre de flor (2018) es un documental sobre la vida de Malva, -apodo que le pusieron en la cárcel de Devoto-, una persona travesti que tenía una doble vida, falleció a los 95 años superando la edad promedio travesti en Argentina. Nacida en Chile, -lugar al que nunca regresó-, Malva emigró de joven hacia Argentina, casi todos sus amigos ya partieron. Describía a la vejez como el final del conducto, lo bueno es, a veces, el reconocimiento de la gente, le dicen abuela con dulzura y ya no con insultos. No se puede movilizar como antes, aunque ya ni el deseo por moverse la acompañe.
La directora y guionista Carina Sama tuvo la idea de documentar a Malva hasta con dificultad, dado su cansancio físico, puesto que de vez en cuando le solicitaba movilizarse a la cama para descansar y continuar el relato desde allí. Esto le quitó la posibilidad de lograr mejores planos, sobretodo sobresalir en el trabajo de iluminación. En tal caso, lo que prepondera aquí es su relato que cobra más fuerza.
El documental inicia con una excelente fotografía y música. Se valió de su testimonio y confesiones a modo de respuestas a sus preguntas en primera persona, fotos, videos de archivo en blanco y negro, documentos periodísticos de tv y radiales, además de algunas reconstrucciones. Los planos que resultan más interesantes son los de la vejez, primeros planos de manos, arrugas faciales, bastón, y el paso lento, connotando el cansancio de sus duros días. En su caso, no eligió el camino de la prostitución, -a pesar de la cultura represiva y de desprecio por ser quien era-, los valores inculcados por su familia y el respeto hacia ella misma, le dieron la herramienta para ganarse el pan trabajando de costurera.
"A través de la animación, recurso que utiliza al comienzo y más adelante-, nos comunica una muestra de lo intrínseca que puede ser la vida para una persona tratada como diferente, representada de forma muy inteligente, a través de un huella digital en un D.N.I. cuyos surcos se transforman en un laberinto personal."