Condorito

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La primera adaptación al cine de la famosa historieta chilena cuenta las aventuras del plumífero Condorito, quien se dispone rescatar a su malhumorada suegra Tremebunda de la nave alienígena en que se encuentra luego de haber sido secuestrada por el poco respetado Moloco, líder de los extraterrestres La historia se desarrolla en Pelotillehue, pueblo como ninguno y como todos en Latinoamérica. La vida del protagonista transcurre como jugador de futbol del equipo en el cual es ídolo, el amor (incondicional?) de su novia Yayita, la seducción tenaz hacia ella de Pepe Cortisona, y el encuentro con amigos a toda hora en el bar. Así, no faltan en el film aquellos personajes entrañables que desde el comienzo rodearon a Condorito: el siempre fiel compañero Don Chuma, el amable Huevoduro, el borrachín Garganta de Lata, el torpe Ungenio Gonzáles. El desplazamiento del papel a la pantalla se produce no sin ciertas debilidades. Es decir, lo que originalmente eran pequeños momentos, sutiles fragmentos de humor absurdo (donde Condorito podía adoptar indistintamente el papel de un rico mercader, en la página siguiente ser un astronauta, y en la próxima, un caníbal) aquí, ese tono errático acaba siendo confuso e inconsistente. Por otro lado, aunque asoman eficazmente ciertas postales memorables del mundo condoriteano, como el bar “El tufo”, los sonámbulos caminando por la calle, el restaurante “El pollo farsante”, el Plop!, hay escenas que resultan realmente anacrónicas para el siglo XXI.
A diferencia de lo usual en las películas para niños, no hay mensajes ejemplificadores. . Sí hay algo que tiene la voluntad de destacarse en Condorito es el valor del ser auténtico, con los errores y tropiezos que pueda traer consigo, por sobre el pomposo andamiaje del simulacro. (M.S)