Un chileno al que le fue bien
Llega Condorito a la gran pantalla junto a otros distinguidos habitantes de Pelotillehue, que da gusto ver de nuevo, ahora que la revista de historietas apenas aparece entre nosotros. No están todos, ni está todo, pero nadie exigirá una explicación (justo falta esa frase típica, "¡Exijo una explicación!"), porque, en cambio, hay una gran aventura por delante: el pajarraco deberá rescatar a su futura suegra, doña Tremebunda, abducida por unos alienígenas. No lo hace por la suegra, sino para que Yayita lo perdone. Y para salvar al planeta, por supuesto.
El dibujo tiene ritmo, buen humor, suspenso, sorpresas, muy buena factura técnica (Aronnax de Lima y Los Angeles, y Full Dimensional de Buenos Aires), y hasta unos "guiños cinéfilos" bien colocados. Muy bueno, aunque brevísimo, el de "Titanic". Algo más: el dibujo tiene una auténtica "unión latinoamericana", con gente de diversos países, como el doblador mexicano Omar Chaparro (voz de Condorito), la modelo colombiana Jessica Cediel (Yayita), y el local Jey Mammon (el monstruo enamorado). Más argentinos: Martín Piroyansky, coguionista, Alejandro Barbesi, director de arte, y siguen las firmas.
Para recién llegados: vago, ingenioso, compinche, Condorito es un popular personaje chileno creado por el dibujante Sergio González Barrios, alias Pepo. En Chile hay hasta vinos (de Bodegas San Guchito) con su imagen. También es popular en otros países del continente, y acá mismo tuvo un lindo cuarto de hora. Los lectores de entonces irán a verlo, arrastrando hijos y nietos. Y ojalá resuciten la historieta.