Y llegó el día en que uno de los grandes íconos del humor en historietas llegara a la pantalla grande y nada menos que en 3D. El clásico personaje creado por René Ríos, "Condorito" ya cumple 68 años de antiguedad y todos los que pasamos los 30, lo hemos seguido en sus aventuras.
Recordemos que originalmente, Condorito es un producto chileno aparecido hacia 1949 y fue transformándose en una tira símbolo, para los lectores de latinonamérica, siendo actualmente leída en más de 120 períodicos de habla hispana en todo el mundo.
Para los que no conocen al personaje, este simpático pajarraco vive en Pelotillehue, está eternamente enamorado de Yayita, una despampanante mujer y se lleva mal con su suegra, de gran importancia en la versión cinematográfica, Doña Tremebunda. Tiene un grupo de amigos particulares (Cara de Huevo, Ungenio, Garganta de Lata, etc) con los que se junta a beber en el bar "El tufo" (sic) y sueña con ganar mucho dinero para conservar el amor de su amada.
El disputa ese afecto con Pepe Cortisona, rival eterno de Condorito, un tipo con mucho dinero que desprecia la amistad y sólo quiere mostrar su vanidad ante todo tipo de público. La realización de "Condorito, la película", es de Pajarraco Films y Aronnax Estudios y cuenta en la dirección a los experimentados Alex Orrelle y Eduardo Schuldt ("Los increíbles", "Buscando a Nemo"), quienes tuvieron la difícil tarea de que el personaje no perdiera sus rasgos esenciales al abandonar el 2D de las historietas por un 3D más acorde a lo que el cine familiar demanda en estos tiempos.
La historia nos presenta escenarios y temáticas ya transitadas por las tiras cómicas de Condorito. El personaje principal tiene problemas de relación con Doña Treme, quien no quiere que su hija, Yayita, se case con alguien sin futuro.
Nuestro pajarraco es pobre y el acecho de Cortisona, le pone un poco de calor al conflicto. Sin embargo, la aventura será parte en el espacio. Hay una nave alienígena que se aproxima a la tierra a rescatar un artefacto escondido hace miles de años que podría significar el fin de la raza humana.
El jefe de los aliens se llama Molosco (voz de Jey Mammon, uno de los grandes aciertos del film) y es bastante básico, pero se las ingenia para hacerle una propuesta a Condorito, hará realidad un deseo a cambio de un pedido.
Ya se imaginarán que el peso de la mala relación entre yerno y suegra desembocará en un incidente de proporciones intergalácticas (bueno, no tanto!). De ahí en más, Condorito junto a su fiel sobrino Coné, lucharán para recuperar a Doña Treme del secuestro por parte de los invasores, y defenderán a la tierra ante la amenaza de su destrucción total. La cinta tiene un aceptable trabajo en todos los aspectos técnicos y se destaca el cuidado trabajo de las voces.
Para quienes seguimos a Condorito hace años, nos tranquiliza la manera en que esto se resuelve. Funciona. Donde siento que no están los planetas alineados es en el guión. Lo que hizo popular al pajarraco es la interacción con los amigos.
Ese micromundo de delirio que ellos poseían como atributo, se encuentra ausente en la película. Aquí, el "envase" de aventura, pone la cuestión en otra perspectiva.
Y en ese sentido, todo se conjuga como en cualquier película familiar. Desorden, alineación, análisis de conciencia, búsqueda de la reparación, éxito y unidad. Y quizás justamente lo que me gustaba de la historieta era esta eterna lucha por ser original teniendo pocos medios. Condorito siempre fue un buscavidas, y aquí estamos lejos de esa caracterización. Rápidamente se transformará en héroe, y eso está lejos de lo que el personaje principal proponía en el papel.
Más allá de eso, la cinta es entretenida y lineal y a los chicos puede que les interese. Tengo curiosidad por como las nuevas generaciones se acercarán a él. Ojalá le den el lugar que se merece. Condorito es un símbolo para una enorme cantidad de lectores y está bueno poder disfrutarlo en el cine. El pajarraco se lo merecía sobradamente.