Las películas de Woody Allen, especialmente las de las últimas dos décadas, poseen temáticas, contenidos, diálogos, géneros, personajes, intérpretes y locaciones bien diferentes. No son tan similares entre sí como algunos aseguran, lo que las iguala y emparenta es ese estilo personal que hace que cada film le pertenezca absolutamente y cualquier escena resulte inconfundible acerca de su artífice. Lo más difícil que existe en el arte. Igual se seguirán estableciendo semejanzas aunque el director de Match Point no se repita y vaya intercalando la manera de presentar sus tramas en forma coral o desarrollando una sola con sus ramificaciones. En Conocerás al hombre de tus sueños Woody recurre al primer rubro, desplegando un abanico de tipos humanos y relaciones afectivas y mundanas, elementos narrativos que va acumulando y que después vuelca generosamente en un solo film, sin guardarse nada ni aprovechar algún cabo suelto para un próximo guión. Si el producto sale bien, perfecto; sino, a otra cosa.
Las historias de este nuevo film suyo protagonizado por Anthony Hopkins, Naomi Watts y Antonio Banderas, entre otros, son burbujeantes, los personajes, atractivos, algunos encantadores; pero de todos modos Allen no alcanza a redondear una muy buena comedia acerca de las relaciones humanas y los azares de los vínculos amorosos. En el final se guardará un par de ases bajo la manga y una de sus criaturas, el voluble y embustero novelista Roy (Josh Brolin) padecerá una situación tragicómica, mientras que una incipiente pareja entre personas mayores se cristalizará, como un toque de esperanza. Un destello acerca del amor que no gira alrededor del atractivo físico, aquél incondicional. Aunque algún caracter no esté bien delineado, no todo tenga un buen cierre o un amalgame preciso, con esas pinceladas, más un entretenimiento sin pausas, será suficiente y satisfactorio. Para qué más.