Lo que queda de Woody
Durante las décadas de los '70 y los '80 Woody Allen regaló grandes películas (algunas muy buenas, otras directamente obras maestras). Era un director que marcaba tendencia, un autor a seguir, una cantera inagotable de sorpresas, un referente generacional. En los '90 ya la calidad de su obra comenzó a decaer (con desniveles, claro- y, en los últimos tiempos, el cinéfilo que lo amó y aún lo respeta con reverencia y hasta veneración ya sólo espera que el resultado no caiga tan bajo como en Vicky Cristina Barcelona y que con suerte sea digno como en Match Point.
Con su obsesión de seguir haciendo "religiosamente" un largometraje por año, Woody termina construyendo films muchas veces desganados, que parecen retazos de elementos ya trabajados mucho tiempo atrás, reciclajes maquillados de ideas originales que alguna vez tuvo o pinceladas no demasiado elaboradas de temas potencialmente interesantes, pero que necesitaban más tiempo para madurar y ser plasmadas en toda su dimensión.
¿Y Conocerás al hombre de tus sueños? Este film de estructura coral está más cerca del tratado moral de Match Point que de la liviana comedia de enredos románticos que Allen propuso en Vicky Cristina Barcelona. A los 75 años, el directo regresa a Londres para narrar varias historias de matrimonios en crisis y múltiples affaires ambientadas en el mundo de la literatura, de las galerías de arte y de la burguesía local.
La película tiene múltiples personajes y subtramas, aunque puede decirse que pendula entre dos núcleos principales: uno, encabezado por Naomi Watts, Josh Brolin, Antonio Banderas y Freida Pinto (la bella actriz de Slumdog Millionaire), y otro, integrado por Anthony Hopkins, Gemma Jones y Lucy Punch. Más allá de que por momentos ciertas situaciones parecen casi calcadas de anteriores trabajos, la película fluye con cierta gracia y sin descuidar su mirada impiadosa a las miserias, a las contradicciones, al cinismo y a la hipocresía de la sociedad contemporánea.
(Esta reseña fue publicada en otra versión durante el Festival de Cannes 2010).