Imparable, bien pasados los 70, Woody Allen sigue haciendo una película tras otra. No está en su mejor momento pero tampoco perdió el pulso para la comedia pródiga en enredos sentimentales. Acá tenemos a dos matrimonios en crisis. Alfie abandona a Helena por una mujerzuela y ella, desesperada, va a consultar a una adivina para que le descubra al hombre de sus sueños. Su hija, Sally, se enamora del galerista para el que trabaja, mientras su marido Roy, cae encandilado por una misteriosa vecina. Película coral con elenco de lujo, pero nadie se luce demasiado porque la estrella es Allen, aunque no aparezca en pantalla. Igual, en el filme abunda la gente nerviosa y angustiada. las obsesiones y los equívocos entre distintas generaciones, transitadas por la duda y el desconcierto cuando se trata del amor.