Como cada año, llega una nueva película de Woody Allen, este genial director que a los 75 años continúa escribiendo y dirigiendo sus guiones sin descanso. Esta costumbre o necesidad del director de "Annie Hall" de entregar un film por año hace que no todos sus trabajos sean recomendables, siendo su obra (sobre todo en los últimos años) un tanto despareja.
A pesar de considerarme un gran admirador de este director newyorkino, debo reconocer que su época dorada ya pasó y no me parece justo analizar sus nuevos trabajos pensando en los viejos clásicos de su filmografía ya que siempre saldrá perdiendo en la comparación. A esta altura de su carrera, no se le puede exigir que vuelva a crear una obra maestra como "Annie Hall", "Manhattan", "Crimes and Misdemeanors" o "The Purple Rose of Cairo". Igualmente, cualquier nuevo trabajo de este oxidado y automático Woody Allen suele ser mejor que la mayoría de los estrenos actuales.
Aquí el director vuelve a explorar algunos de sus temas favoritos como el amor, la muerte, la infidelidad y el matrimonio, continuando el estilo de otros títulos como "Hannah and Her Sisters" y "Husbands and Wives" al presentar las historias entrecruzadas de dos parejas en crisis.
Acompañada por un (innecesario) relato en off que describe ciertos momentos y sentimientos de los personajes, una clásica banda de sonido al ritmo de jazz y un logrado trabajo de fotografía que resalta los hermosos paisajes de la ciudad de Londres, "You Will Meet a Tall Dark Stranger" transita la comedia y el drama ofreciendo un entretenido relato en donde no faltan los típicos diálogos y situaciones con ese toque genial y particular que sólo Allen nos puede brindar.
Desde el año 2006 (en "Scoop") hacia acá, Woody Allen ha preferido mantenerse detrás de cámara y no protagonizar sus films, dejando su lugar a reconocidos actores que resignan altos honorarios con tal de trabajar a sus órdenes. Aquí participa un destacado y variado elenco en el que se destacan Anthony Hopkins, Gemma Jones, Naomi Watts y Josh Brolin. Inclusive Antonio Banderas cumple un buen trabajo (algo que creía imposible).
En el tramo final, algunas de las diferentes historias quedan abiertas, dando la posibilidad al espectador de imaginar el mejor cierre para estos personajes.