Mi espacio interior
La ópera prima de Adriana Casas marca un punto de partida al criticar las condiciones infrahumanas en las que vive la mayoría de la población en los grandes centros urbanos. Espacios reducidos, casi inhabitables, son los hogares de un gran número de personas que sufren tales situaciones a diario.
El micro universo elegido para retratar el tema es una torre de la calle Jean Jaures en el corazón del barrio de Once, una construcción vertical con múltiples departamentos de apenas veinticinco metros cuadrados. En uno de ellos habita la propia realizadora quien, junto a algunos vecinos, cuenta sus experiencias de ingenio personal para hacer de los minúsculos habitáculos su lugar en el mundo.
Los diferentes puntos de vista de los vecinos nos muestran los sueños y anhelos de cada uno de ellos, en un paisaje humano alrededor de las subdimensiones de cemento y concreto, que genera una atmósfera sensible y emotiva plasmada en pantalla de quienes a diario, construyen de la torre un espacio en común para desarrollar sus diferentes vidas.
La directora de origen mexicano apela a dos recursos para exponer su visión de la problemática habitacional: por un lado su mirada extranjera marca una distancia reflexiva sobre las viviendas en altura (en la Ciudad de México se repiten situaciones de hacinamiento pero en construcciones de tipo horizontal, producto de los sismos de la región), extrañamiento que obliga al espectador a poner en crisis un hecho naturalizado por quienes viven en la ciudad de Buenos Aires. La subjetividad del documental, con la propia directora en escena, subraya esa visión.
Por otra parte, contrapone los rígidos números de la arquitectura expresados en los planos del edificio, con la humanidad de los residentes que se alojan en dichas construcciones. Dicho contraste entre tecnicismos de la arquitectura y las necesidades humanas expresan la distancia de los planos con la idea de hogar. La arquitectura, ciencia que basa sus lineamientos en delinear espacios para el desarrollo del ser humano termina adaptando sus conocimientos a las demandas del mercado.
Recursos reflejados visualmente en la película con las panorámicas vistas de una ciudad carente de espacios verdes, o en el interior de los monoambientes filmados con un lente ojo de pez que permite una visión completa de las reducidas dimensiones de forma circular. De esta manera Casas logra, con Construcción fija para habitación humana, hablar de un problema mundial desde su perspectiva personal, con una sensibilidad única plagada de humanidad.