Después de su paso, entre otros, por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y el FICIC, se estrena Construcciones, donde Fernando Martín Restelli apuesta a mostrar el cotidiano de los miembros de una familia común a través de una disfrutable y sentida docuficción.
Pedro, un hombre que trabaja como vigilador nocturno en obras en construcción en Córdoba, vive con Juampi, su hijo pequeño. Padre mayor y soltero que comparte con el niño todo el tiempo libre que el trabajo le permite. Y cuando no, allí aparecen Jesica y Lucas, en una especie de familia ensamblada en la que todo funciona con naturalidad.
La docuficción de Restelli sigue la cotidianidad de esas vidas logrando un registro que parece invisibilizar la cámara y lograr actuaciones de no actores. Más allá de que los protagonistas son familia, lo que vemos es fruto de una puesta en escena.
Hay una mirada afectiva y afectuosa hacia esas personas/personajes que logra provocar una empatía inmediata, además de cierta apuesta por situaciones en las que el niño es protagonista (que se convierten en pasos de comedia) que se ganan el cariño de los espectadores y permiten que otros tiempos “muertos” fluyan.
Son esos momentos del trabajo del vigilador en los que se cuela la realidad social y política a través de una puesta que recurre a planos fijos y voces en off de noticieros radiales y televisivos que aportan la coyuntura que, obviamente, también constituye a los personajes.
Hay una búsqueda que procura espejar o hacer pasar de lo exterior de las construcciones edilicias a desandar y mostrar aquello con lo que se forja un vínculo, desde la materialidad de los afectos a lo simbólico y a las mismas representaciones audiovisuales.
Construcciones es una docuficción sencilla y sensible, amigable para con el espectador y que apuesta a mostrar una cotidianidad de personajes humanos reconocibles, sin dejar de lado la coyuntura sociopolítica que los moldea.