Ahí viene la plaga...
Se sabe que Steven Soderbergh es uno de los pocos directores de Hollywood que hace (casi) lo que quiere. No sé si es por su prestigio, por su imagen o por su poder de convencimiento, pero lo cierto es que -cuando no filma proyectos experimentales e hiper independientes- se las ingenia para convocar elencos pletóricos de figuras.
En su nueva película, el prolífico realizador de La gran estafa, Traffic y Erin Brockovich consiguió nada menos que a Matt Damon, Kate Winslet, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Laurence Fishburne, Marion Cotillard, Elliot Gould y varios más para que trabajaran en este thriller apocalíptico sobre un arrasador virus (originado en Hong Kong por una combinación entre murciélagos y cerdos) que causa millones de víctimas.
Película coral (el protagonista es Matt Damon pero no está demasiados minutos en pantalla), Contagio pasa de personaje en personaje (y va y viene en el tiempo) para exponer los estragos de la pandemia y el caos que se genera también en una sociedad dominada por el pánico y la paranoia.
Es extraño ver a grandes estrellas de Hollywood (Winslet y Paltrow lo son) muriendo en pantalla a los pocos minutos (a la cabeza de Gwyneth, pobrecita, se la hace una autopsia que generará más de una repulsión) o a Jude Law interpretando a un blogger de San Francisco dueño de un cinismo y de un oportunismo rayano con lo enfermizo. Incluso cuando parece que cerca del desenlace va a ceder a la tentación del lugar común sentimentalista del melodrama familiar, lo gambetea a-lo-Bochini y entrega una impecable escena final.
Es que Contagio es un film que se aleja por completo tanto del amarillismo como de la demagogia. Soderbergh resulta un digno heredero del cine de los años '70 y propone una narración seca, tensa, urgente y visceral, sostenida por un gran trabajo de cámara (digital), una edición vertiginosa y una climática banda sonora compuesta por Cliff Martinez.
Puede que la película perturbe a cierto sector del público (a mí hasta me incomodaban las toces de otros críticos durante la proyección de prensa) más habituado a películas condescendientes, que generan una mayor empatía con los personajes y que entregan un "mensaje" conciliador y bienintencionado, pero creo que en el actual contexto de Hollywood poder apreciar un film tan a contracorriente y a la vez inteligente resulta una verdadera rareza. Bienvenida sea.