Steven Soderbergh nos da un panorama realista sobre el fin del mundo.
Calificación: 3/5
El cine nos llevó de viaje a través de los últimos días de la humanidad muchísimas veces: holocaustos zombies, guerras interminables, invasiones extraterrestres y otras intervenciones exteriores amenazaron con acabar a la raza dominante del planeta muchísimas veces. En esta oportunidad, Soderbergh nos pone en un lugar cercano, probable, que inquieta y, a su vez, nos parece mundano: un virus.
En el mundo se vivieron decenas de epidemias que estuvieron más cerca del golpe mediático que de la amenaza real, y el director toma ambas posibilidades para crear Contagio, uno de sus últimos trabajos en la pantalla grande, antes de retirarse de la industria.
Contagio nos cuenta cómo, a causa de una serie de casualidades (¿causalidades?) una mujer (Gwyneth Paltrow) se infecta con una extraña mutación de un virus que combina enfermedades de los cerdos y de los murciélagos, creando así una enfermedad nueva y sin cura. Ella es el detonante de una pandemia que amenaza con acabar a una buena parte de la población mundial.
Este es el disparador para que Steven Soderbergh se centre en un puñado de historias: por un lado vemos a una científica que viaja a oriente (Marion Cotillard) para ver de dónde pudo salir este virus; por el otro, seguimos a los científicos más brillantes del planeta (Laurence Fishburne, Kate Winslet) en una carrera por descubrir el antídoto contra esta enfermedad mortal. Las historias más interesantes, sin embargo, recaen en el marido del personaje de Paltrow (Matt Damon) y en la de un Blogger (Jude Law) que denuncia que el gobierno esconde cosas en esta historia y que, por su lado, promueve una droga que asegura que es la cura definitiva, pero que no tiene apoyo oficial. Este es el escenario de lo que podría ser el fin del mundo: hombres comunes luchando contra una amenaza terrible, pero también común. El espectador es un infectado más en esta película, en donde no se nos da información adicional y que nos pone en el mismo lugar que los protagonistas: en lo incierto.
Esto convierte a Contagio en una película sumamente humana, en donde los hombres son los peores enemigos de los hombres, en donde la miseria humana sale a la luz luego de que todos seamos condenados por ese virus desconocido. En donde la vida es algo efímero y donde la incertidumbre de un nuevo día recae en nuestras espaldas.
Si bien, por momentos, la película se torna larga y aburrida, hay que reconocer que Soderbergh supo crear un espacio de miedo real en donde todos podemos identificarnos. La paranoia y la muerte son las protagonistas de esta historia, en donde no hay más cuco que el que cada uno lleva adentro.
@JuanCampos85