En lo personal, después de las "Ocean's eleven", le perdí un poco el respeto a Steve Soderbergh, amé su primer gran hit ("Sexo, mentiras y video") y también valoré positivamente la larga pero intensa "Traffic", por la que ganara el Oscar como mejor director. Pero cuando empezó con la banda de amigotes famosos a rodar por Europa y a hacer films para entretenerse, dejé de ver su cine. Volví con las "Che", y tampoco me cerraron demasiado. Pero, viendo el elenco que reunió en "Contagio", no había otra opción que ir a verla.
Soderbergh habitualmente se luce cuando construye historias corales. Sin dudas, tiene la habilidad para tejer y proyectar tramas en las que el peso se reparte cuidadosamente en partes iguales y todas funcionan como dedicado mecanismo de relojería. Esa capacidad es la que pone en juego al pensar “Contagio”, thriller que se presenta en salas en esta semana en Buenos Aires.
Inevitablemente tendremos que conectarla con la última película importante que aborda el mismo tema, “Outbreak”, de 1995, donde el conflicto es parecido, en otro recorte temporal. Aquella “Epidemia”, que protagonizaban Dustin Hoffman, René Russo y Morgan Freeman hablaba de un virus (creo que una variante del ébola) que se expandía letalmente en EEUU y ponía en jaque al equipo epidemiológico encargado de enfrentarlo. Aquí, la cosa deja de ser regional y se pone global. Luego de haber vivido hace dos años las consecuencias del H1N1, a través del esparcimiento que hicieron los viajeros, quienes desparramaron por el mundo la gripe porcina (se acuerdan?), y haber visto en el escenario real cómo los Estados la enfrentaron, esta película abre el lente para mirar que sucedería en otra epidemia, a gran escala. en los complejos tiempos que corren, mucho más potente que la vivida…
“Contagio” muestra el proceso completo de desarrollo de un virus (el MEV 1), desde su caso 0 hasta el control de la epidemia. A diferencia de las cintas que centran toda la acción en un reducido grupo de científicos que lucha contrarreloj para encontrar una vacuna y salvar vidas, en este film, la cámara del director se posará un poco a ámbos lados del mostrador, caracterizando tanto a funcionarios del área de salud, como a sujetos normales atravesados por la amenaza. Habrá, como es esperable, un numeroso equipo de trabajo para abordar la emergencia y la contención, que contará entre sus filas a médicos y epidemiólogas (Lauren Fishbourne, Kate Winslet, Marion Cotillard) quienes se dispersarán por el mundo a fin de conseguir la información necesaria para detener la enfermedad.
Contarles cómo trabaja la historia sería complejo, porque son varios nodos que se van ramificando y muchos se relacionan entre sí. Pero sí les digo, es una película que vale la pena ver.
Dentro de los roles de la gente que sufre (directa o indirectamente) la epidemia, aparecen Gwyneth Paltrow (figura importante al que siempre se vuelve a lo largo de la historia, con flashback que aportan datos importantes) y Matt Damon (su esposo, quien sufre pérdidas importantes y representa a la población sana). Por otra parte, Jude Law (famoso blogger anti-sistema) se une a la banda para hacer ruido y advertir al mundo de la peligrosidad de la industria farmacológica, al mismo nivel que la epidemia misma.
Una cosa que me llamó la atención viendo “Contagio” es el registro que elige para narrar un tema tan movilizante. Uno no puede despegarse de la paranoia vivida durante la gripe A en nuestro país (Argentina), por lo que quizás, muchos de ustedes esperen una catarata de saqueos, violencia callejera, clima explosivo (las cifras de infectados y muertos van aumentando acorde al avance de los días)… Y no. Soderbergh elige un guión (de Scott Z Burns, autor de la última “Bourne”) que utiliza toda su energía en mostrar la convicción de un grupo humano al servicio de la lucha común, en pos de contener la situación. Si bien hay un coqueteo con detenerse en la discusión acerca del negocio que significaría la producción a escala de la vacuna, lo cierto es que no es una línea que se desarrolle mucho. Aquí la mirada está puesta en la acción de cada miembro del equipo y cómo encara la tarea en una situación crítica.
No hay estridencias, sino un prolijo desarrollo metódico que va registrando, a modo de diario, como avanza el proceso global de la enfermedad y la lucha individual y colectiva para mitigar sus efectos. Hay mucha humanidad en la cinta y si bien no hay tiempo material para profundizar en los conflictos y motivaciones personales de cada persona de este relato, lo cierto es que el pantallazo que nos da, nos ubica en contexto y le permite a cada personaje aportar a la historia material necesario para sostener la trama. Esto va tejiendo una red sólida que hace que el relato transcurra lineal, efectivo y sin necesidad de apelar a grandes escenas de destrucción y tragedia. No esperaba eso y me gustó como lo pensaron.
Los rubros técnicos, impecables y el montaje, exacto. Las actuaciones, breves (a Kate Winslet filmar su participación le tomó 10 días), correctas, dentro de lo esperable para la categoría del cast.
“Contagio”, en definitiva, corporiza una de las peores amenazas que la humanidad podría enfrentar a la hora de luchar por la supervivencia. En ese sentido, cumple con el objetivo de contar una buena historia coral sobre sujetos que hacen primar su sentido de bien común por sobre sus subjetividades. Auspiciosa cinta de un gran Soderbergh que amenaza dejar de filmar, justo en un momento en que debería continuar esta línea. Vale la pena dejarse contagiar por esta película, les va a gusar si disfrutan del buen cine.