La carrera por los Oscars ya comenzó (nunca mejor utilizada esa expresió) y Contra lo imposible ya se posiciona como una de las grandes favoritas. Dirigida por James Mangold (mismo director que The Wolverine y Logan), la película está basada en la rivalidad entre Ford y Ferrari por el dominio en la carrera de resistencia de Le Mans en el 66. Sin embargo, no es una película sobre autos y carreras, sino una historia real bien humana que nos demuestra como con la unión y amistad se puede llegar a grandes logros.
Si, como yo, no tenés idea de automovilismo y pensas que nada te puede atraer menos que una película sobre este tema, es hora de dejar los prejucios de lado e ir a ver una de las mejores películas del año. Y se vuelve mejor todavía cuando el elenco está encabezado por Christian Bale y Matt Damon.
Damon interpreta a Carroll Shelby, un ex piloto (primer estadounidense en ganar las 24 horas de Le Mans) que por un problema de salud debió dejar de correr y dedicarse a la ingeniería automovilística, el cual es contratado por Henry Ford II para crear el primer auto de carreras de la marca y competir en Le Mans para destronar a Ferrari. Shelby no solo acepta en crear lo que sería el Ford GT40 sino que pone como condición que su piloto sea Ken Miles (Bale), un piloto y mecánico de mal genio que no es bien visto por la escudería.
Miles y Shelby no solo deben competir contra Ferrari, sino también contra grandes ejecutivos dentro de Ford a quienes ven en peligro sus intereses, además de hacer fuerte su relación, la cual si bien es de una gran amistad, por momentos predominan los roces y la lucha de egos.
Pero no solo estamos ante una película con una gran historia y grandes actuaciones. Todos los detalles téncios y la fotografía son espectaculares. Los juegos de cámara y el diseño de sonido te hace sentir como su estuvieras en la pista, con la adrenalina al máximo. La butaca se transforma en el asiento del copiloto.
Sin dudas, Contra lo imposble es la película en cartelera que hay que ir a verla en cine y vivir esta experiencia.