La grieta eterna.
“Hubo tipos que le impusieron a Paraguay un modelo de país” comenta con claridad barrial uno de los historiadores elegidos por el director Federico Sosa; ese modelo al que se refiere es el impuesto por los liberales tras la matanza, porque la pelea en nuestros territorios oprimidos por los poderes centrales era y continúa siendo liberalismo versus intervencionismo. Contra Paraguay no sólo es un documental sobre las causas y consecuencias de la traicionera guerra cuasi civil que sufrió el pueblo paraguayo, es también un breve pero conciso prólogo de una imaginaria y necesaria biopic de José Gaspar Rodríguez de Francia y su hijo Francisco Solano López, políticos demonizados y olvidados por la historia oficial que supieron llevar adelante un sistema más justo para la incipiente clase obrera y el campesinado de su país mediante el desarrollo de la industria y la reforma agraria.
La mención a las políticas proteccionistas que le otorgaban un papel preponderante a las clases populares del Paraguay decimonónico previo a la guerra es sólo una de las tantas informaciones que proporciona el muy rico documental de Sosa mientras va intercalando entrevistas a diferentes historiadores, algunos de ellos más cercanos al relato oficial/ liberal, y otros desde el revisionismo impulsado desde los márgenes; revisionismo que tuvo en nuestro país mucho más protagonismo durante la última década peronista/ kirchnerista. Porque la historia cobra vida desde el presente, por ello es que otro tema que sobrevuela el documental es la importancia de la coyuntura desde donde se investigan los hechos pasados, así como la metodología que debe o puede adoptarse.
La película se articula alrededor de un buscador de historias -interpretado por Gustavo Pardi, quien también trabajó con Sosa en la muy buena Yo sé lo que Envenena– que charla con expertos en el conflicto mientras recorre diferentes sitios que fueron sede de las batallas. La narración avanza en medio de muchísimos datos que sorprenden al lego, siempre con la virtud de no caer en el sensacionalismo ni en el didactismo. Contra Paraguay visibiliza un conflicto condenado al olvido por los perpetradores: contextualiza una guerra con un claro trasfondo imperialista y mercantilista que no se enseña en los colegios (o al menos no con la complejidad necesaria), e invita a comprender una realidad política tan anacrónica como actual.