Quien quiera oír que oiga
El género documental argentino, con una producción superior al 60% del total de películas que se estrenan a lo largo del año, rara vez aborda temas que tengan que ver con hechos históricos. Y mucho menos cuestionarlos. Contra Paraguay (2014), segunda película de Federico Sosa (Yo sé lo que envenena, 2014), se permite revisar la historia y presentar todas las versiones que la describen, siendo el espectador quien saque sus propias conclusiones.
Si algo se le crítica muchas veces a este género es la falta de un autor detrás de las imágenes. Muchos documentalistas encienden la cámara, filman, editan, y terminan estrenando una película como otras tantas. No hay por detrás el desarrollo original de una idea, sino que parecen seguir una lógica de fábrica. Cambian los temas pero las formulas se repiten. Claro que hay excepciones, pero la gran mayoría de los documentales fallan ante la ausencia de una estructura que pueda sostener un tópico. Entre esas excepciones se encuentra Contra Paraguay donde, a pesar de la ausencia de recursos económicos para construir un documental histórico, Sosa encuentra darle una vuelta de tuerca y escaparle a los lugares comunes.
Entre 1864 y 1870 una guerra enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, un país en apogeo que representaba un peligro para los intereses comerciales del proyecto liberal que se trataba de imponer. El saldo fue medio millón de muertos y un país destruido. Muy poco se sabe y pese a ser uno de los acontecimientos más trágicos de la historia latinoamericana se la relegó a un lugar secundario con versiones contradictorias de las causas y hasta varios nombres para denominarla.
La trama de Contra Paraguay sigue el viaje de Buenos Aires a Paraguay de un joven historiador que se cuestiona las versiones encontradas detrás de la historia y que tratará de develar las causas económicas, sociales y políticas que se esconden detrás de la guerra más grande de Sudamérica ocurrida durante mediados del siglo XIX.
Sosa pone en escena una ficción para construir un documental. La ficción, representada por el historiador -interpretado por el actor Gustavo Pardi- se fusionará con los testimonios reales de habitantes e historiadores que provocarán un cruce entre la historia oral y la académica, formulando múltiples versiones sobre un mismo hecho. Y es ahí donde el documental adquiere un valor único. Contra Paraguay cuestiona, no es una película más sobre la guerra, sino que es sobre la historia y de cómo esta puede ser interpretada, reinterpretada y transmitida.
A diferencia de lo que ocurre con los libros de texto donde la opinión de tal o cual autor es única, acá las opiniones son diversas. Hay cuestionamientos, múltiples lecturas y reinterpretaciones del mismo hecho. Sosa no se rige por una verdad absoluta, sino que construye puentes para que sea el espectador quien pueda aproximarse lo más que pueda a ella. Porque como dice la canción “si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia: la verdadera historia, quien quiera oír que oiga”. Está en cada uno elegir con que versión quedarse.