Contrarreloj

Crítica de Felipe Quiroga - CiNerd

MEDIO PELO

Nicolas Cage es un capo, pero cada vez que decide formar parte de películas tan berretas como CONTRARRELOJ (STOLEN, 2012) le perdemos un poquito el respeto. En esta oportunidad hace de Will Montgomery, un ladrón de bancos que va a prisión luego de un robo que sale mal y sin que nadie sepa dónde quedó el botín. Ocho años después, el peluca sale de la cárcel su hijita creció y no quiere ni verlo. Entonces, ella es secuestrada por un antiguo compañero de Will, el siniestro Vincent (Josh Lucas), quien exige su parte del dinero robado. Will asegura que no tiene la guita y va a pedirle ayuda a la Policía, pero no le creen: no le quedará otra que arreglárselas solo para rescatar a su hija. Así como leen, el desarrollo de la historia es muy elemental y predecible. Todo transcurre sin sorpresas y los personajes resuelven los conflictos que presenta el flojo guión sin ningún tipo de dificultad. Definitivamente, CONTRARRELOJ no es una película que se destaque por sus ideas: a pesar de la participación de actores medianamente reconocidos (también ponen la cara Danny Huston y Malin Akerman) se trata de una producción con espíritu de clase B que no tiene nada nuevo para ofrecerle al espectador.
Bueno -dice uno tratando de ponerle onda durante el inicio-, teniendo en cuenta las similitudes con BÚSQUEDA IMPLACABLE (TAKEN, 2008) en cuanto al punto de partida (papá que debe rescatar a su hija secuestrada), al menos podría esperarse que Cage sea retratado como un bad-ass total, que revienta a todo el mundo, rompe todo y pone cara de malo. Pero no. Ni siquiera eso. El protagonista no tiene mucho que hacer ni a quien pegarle: tediosas escenas de tiroteos y persecuciones se suceden en una Nueva Orleans de carnaval filmada como si fuera un video hecho por turistas. A CONTRARRELOJ, como pasa con muchas de las últimas películas de Cage, la pantalla de cine le queda grande: ¿Cuánto faltará para que Nico se convierta en el nuevo Steven “directo a DVD” Seagal?