El género de ciencia ficción poco frecuentado en el cine argentino es el toma Axel Gaibisso , como director y guionista: un futuro distópico donde se concreta una fantasía que parece perfecta y luego se desmorona. La idea es que a través de teléfonos celulares especiales se puede detectar hechos criminales o accidentes, llegar al lugar, retroceder en el tiempo y evitar robos, asesinatos, choques, todo tipo de desgracias, desde pequeñas a fatales. Para eso la sociedad tiene un sistema de vigilancia súper estricta y un cuerpo de agentes especiales que más que el ojo de gran hermano, no el de los realities, son guardianes de lo que consideran una sociedad perfecta. Pero en ese entramado social están los disidentes que claman por su libertad y un asesino que se filtra en el sistema para demolerlo por dentro. Todo un desarrollo muy bien planteado, que en la realización peca de ser un tanto extenso y que a veces falla en temas de climas no elaborados que contrastan con las buenas escenas de acción.