Cuando miré la grilla de estrenos DOCA para esta semana, recordé que me habían hablado de esta película. Amo el fútbol y se del debate que se produce entre la militancia popular, que sostiene el valor del deporte como alimento social puro y necesario, y los que solo viven su pasión a través del llamado fútbol hiper profesionalizado, cuyo centro es metálico y atrae toda la atención mediática que invade nuestras vidas. Hay un debate que debemos conocer, en el cual, las voluntades se expresan y organizan, para conseguir aquello que creen y quieren: garantizar la práctica del fútbol democrática, cooperativa, solidaria... con acceso para todos. De eso habla, precisamente, "Copa Hombre Nuevo".
Esteban Giachero, su director, miembro del "Colectivo Hombre Nuevo" (espacio conformado en 2006 por estudiantes y graduados en cine, video, fotografía y diseño, y que se propone dar debates sobre las experiencias del arte, la política y la cultura), nos trae el registro de un torneo muy especial, caleidoscopio de una realidad que se presenta más compleja de lo que a simple vista parece.
En Colonia Caroya y organizado por el "Club Che Guevara" de Córdoba junto a "Autónomos" de Brasil, tuvo lugar la primera Copa América Alternativa, basada en una experiencia realizada en 2010 en Inglaterra. La idea había surgido de la clase trabajadora de Bristol y Leeds, donde hay tradición socialista (si, no todos piensan igual en las islas británicas) que movilizó a la militancia a generar un torneo propio. En aquel año, Autónomos participó de la Copa del Mundo Alternativa 2010, y le propuso al Club Che, intentar reproducir la idea y el evento en América Latina. Imaginen ustedes que era una tarea interesante, alojamiento, estadía, trofeos... Todo autogestionado.
Así es que Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Inglaterra, Bélgica y Lituania, tuvieron representantes en esta singular competición con el Che Guevara como telón de fondo (el trofeo tenía su imagen). Giachero cuenta que accidentalmente se enteró de esto mientras entrevistaba por otro tema a la presidenta del club cordobés y decidió rápidamente conseguir recursos para filmarlo, a pocas horas de su inicio (que estuvo a punto de postergarse).
Lo que comienza como el relato de un grupo colorido de participantes de distintas geografías, se va transformando en un interesante manifesto político. La presencia del Estado en el deporte, los recursos, la problemática de quienes practican deporte, los espacios destinados a ese fin, la presencia de las mujeres y su representación del fútbol, el rol de los aficionados y su libertad para expresarse, la transmisión de valores a través del juego, la relación con el fútbol empresarial que se lleva nenes de 12 años a Europa...
Todo va apareciendo en la voz de los protagonistas. Hay un inteligente montaje que le da ritmo al film y con el correr de los minutos, lo que al principio pareciera ser una cobertura casi pintoresca de un grupo de voluntades, termina siendo un documental de ideas, convicciones y lucha. Por más que todo se mire desde la redonda, los planteos que se generan en los distintos futbolistas amateur que participan del certamen, tiene sustento y aportan mucho dado que escuchamos testimonios de otras latitudes que perciben y operan con realidades distintas a la nuestra.
Si bien el resultado puede ser el mismo (les cuesta a los ingleses, a los brasileños y a nosotros organizar un torneo de este nivel, autogestionado), lo cierto es que los obstáculos que se presentan son de distinta naturaleza y está bueno ver cómo se vive en otros países esta relación ciudadano-deporte-Estado.
Interesante film de Giachero. Salí pensando de sala cuantas cosas hay detrás del fútbol, que nos conmueven y que pasan desapercibidas tapadas por la pasión con la que uno vive el deporte, pero están. Y en su fuerza y complejidad. Apoyamos el debate que se plantea.
Si les interesa una mirada política sobre este tema, seguramente este documental tiene mucho que ofrecer. O a quién no le da ganas de prenderse en un picado con esta gente? Yo levanto la mano y busco mi camiseta. Desde ya. También se milita con la redonda bajo el brazo.