Antes del atardecer
El resultado de esta primera incursión del realizador de El sabor de la cereza, Y la vida continúa..., A través de los olivos y El viento nos llevará en Europa (la película transcurre en los bellísimos exteriores de Arezzo y Lucignano en la Toscana italiana) es muy estimulante.
Aunque no pocos cinéfilos extremos denostaron tras su estreno en la sección oficial del Festival de Cannes 2010 la "occidentalización" de Kiarostami, otros -en cambio- consideraron muy positivo el hecho de que este reconocido cineasta se haya animado a filmar una historia de amor bastante más clásica y accesible que sus trabajos previos.
Binoche se luce (como siempre, como nunca) en el papel de una galerista francesa que pasa un día en compañía de un escritor inglés (un no del todo convincente debut en la actuación del cantante de ópera británico William Shimell). La película envuelve un misterio que se irá disipando en parte (nunca se sabe qué es verdadero o no) con el transcurso del film, y que es mejor no develar.
Más allá del apuntado desnivel interpretativo, Kiarostami construye un relato inteligente, luminoso, magnético y perturbador a la vez, que remite en su esquema al díptico Antes del atardecer / Antes del amanecer, de Richard Linklater; y a Viaggio in Italia, de su admirado Roberto Rossellini, sin dudas su principal fuente de inspiración. Su demorado estreno comercial (en varias buenas salas) no deja de ser una buena noticia en estos tiempos de penurias en el circuito comercial argentino.
Nota al margen: en los últimos años, muchos reconocidos autores de países periféricos (Tsai Ming-liang, Brillante Mendoza, Hou Hsiao-hsien, Alejandro González Iñárritu y un largo etcétera) rodaron en Europa (y sería esta una buena tendencia para el análisis). En este sentido, y aunque Copia certificada para mi gusto no alcanza el nivel de sus mejores películas iraníes, creo que Kiarostami sale muy bien parado de este desafío.