Arte cinematográfico en estado puro
¡Que lindo es el cine cuando se propone serlo! Ya sé, suena tonto pero, que quiere que le diga. Lo de Abbas Kiarostami invita a enamorarse de nuevo del séptimo arte.
James Miller (William Shimell) es un escritor a punto de dar una conferencia sobre su último libro “Copia certificada” (o copia fiel). En esa conferencia nos enteraremos del subtexto que plantea el guionista-director en su realización: ¿Qué diferencia hay entre el arte original y una copia? ¿Por qué uno tiene más mérito que otro? Mas aún, ¿No es el original de un pintor, una copia de aquello que lo inspiró?
Ella (Juliette Binoche) llega tarde a la charla. Se sienta en la primera fila del pequeño auditorio, aunque se ha perdido parte de esta introducción al libro. La toma es plano entero de ella jugado a dos puntas respecto al fuera de campo: a su derecha (desde nuestra perspectiva) el escritor hablando de su obra de frente a ella, y su hijo con el cual dialoga mímicamente. La vemos a Ella en situación, sí, pero en ese plano suceden muchas cosas a su entorno mostrado en tomas sucesivas. Kiarostami cierra los planos de sus personajes para abrirnos una ventana a sus mundos a través de los grandes diálogos interpretados brillantemente por Shimell y Binoche.
Ella logra encontrarse con él y salen a pasear por el sur de Toscana. Los que hayan seguido la trayectoria del realizador iraní (“A través de los olivos”, “El sabor de la cereza”), apreciarán esa marca registrada que siempre llama la atención. La imagen de la gente dentro de sus autos, como si quisiera simbolizar la discrepancia metiendo a sus personajes en un mismo vehiculo, en un mismo camino, pero separados desde la perspectiva visual. En ese viaje es donde el director, a partir de un personaje secundario que confunde la situación de los protagonistas, pondrá a prueba la teoría que sobre la que James Miller escribe.
Miller y Elle toman la posta con ese disparador y accionan distinto sobre la relación que los une. El espectador se adentra en el juego propuesto para dilucidar cuál fue la idea original de Kiarostami y cuál la copia. ¿Nunca se conocieron? ¿Siempre se conocieron? El abanico de lecturas posibles está sutilmente manejado tanto por el realizador como por el fotógrafo Luca Bigazzi quien logra momentos visualmente poéticos, sobre todo en la escena final. Estos son los factores en los que la producción se apoya para lograr una empatía especial por ese hombre centrado en sus ideas, pero distante de los sentimientos, y una mujer que no se resigna a aceptar las situaciones planteadas por su partenaire. Excelente dirección de actores, logra amalgamar los diálogos con silencios, y expresión física, sustentada en una sólida labor de los protagonistas, con la mesurada y sutil exposición de William Shimell, a la par de una composición de fino entramado psicológico logrado por Julette Binoche, trabajo por el cual fue galardonada como mejor actriz en el Festival de Cannes.
“Copia certificada” es cine en estado puro. Una gran película que inspecciona los recovecos de las relaciones mientras alrededor el mundo sigue su curso, aunque no lo veamos.