Estrenada en el BAFICI de este año, Copia Certificada ha llegado a nuestras carteleras con las presencias del iraní Abbas Kiarostami en la dirección y la siempre interesante Juliette Binoche, acompañada por el debut actoral del cantante de opera inglés William Shimell.
En su primera experiencia europea Kiarostami nos contará el encuentro de una galerista y un escritor en un perdido pueblo de la Toscana italiana. Con algunos puntos de contacto con Antes del Amanecer, la historia no trata mucho más que la breve descripción que hago más arriba, aunque lo más hermoso justamente de este film es la profunidad con la que logra dotar Kiarostami a una trama tan pequeña como entretenida y atrapante.
En menos de dos horas sabremos que Elle es una cabrona, brutalmente honesta y pasional francesa que no repara en hacer ningún reproche hacía sus seres más queridos. James es en cambio un frio inglés bastante egoísta y egocéntrico que pone su mayor empeño en romper todas las posibles teorias que elabora su compañera de viaje. Estos personajes son creados por el realizador iraní con total maestría y ejecutados por Juliette Binoche y William Shimell de manera brillante.
Si digo que uno es un espectador al asistir a ver una película no estoy descubriendo absolutamente nada, pero en Copia Certificada ese rol que cumplimos frente a la pantalla se potencia de sobremanera debido a que Kiarostami se encarga de no usar ningún elemento, como por ejemplo la música extradiegética, que nos saque de las charlas, y así lo que se gesta entre los protagonistas en la Toscana italiana genera una compenetración fascinante y una experiencia muy interesante. Incluso la poca intervención en el sonido para aliviar los ruidos ambientales favorece totalmente a los sentimientos que describo más arriba, al igual que la escasa utilización de las elipsis. Uno no "ve" Copia Certificada sino que de alguna manera la "espía". No tomen esto como un dato negativo sinosimplemente como una manera de describir la agradable sensación que tiene su visionado.
A lo largo del relato no intervienen muchas personas ajenas a nuestra pareja protagonista, pero cuando los "intrusos" aparecen en escena aportan dos grandes momentos en el film. La primera intervención se da en el bar a cargo de la dueña del mismo teniendo unas líneas brillantes y anticuadas con Juliette Binoche, mientras que la segunda se da casi llegando al final del metraje con el "pequeño pero gigante" consejo por parte del hombre de la pareja a la que se le pide opinión sobre la escultura.
Hacia la mitad del film se da un bien llevado gran giro en la historia donde los reproches y conflictos comienzan a poblar la trama, en la cuál uno no termina de comprender bien los roles que ocupan y ocuparon nuestros protagonistas, siendo justamente esta duda la encargada de hacer de Copia Certificada un film atractivo y encantador de visión obligatoria para quienes sean afines a este tipo de propuestas.
Antes de finalizar la reseña no quería dejar de destacar nuevamente las formidables actuaciones de Juliette Binoche y de William Shimell, que lograron interpretar perfectamente el mensaje que el realizador iraní quería transmitir por medio de sus personificaciones.