Esa maldita enfermedad llamada Ignorancia
''Boy Erased'' es una película fundamental y poderosa para los tiempos que vivimos. Si bien se enfoca mucho en la cultura sureña estadounidense, tradicionalista, conservadora y religiosa, sirve para educar (por así decirlo) a mucha gente a lo largo del globo que aun hoy en día piensa que la homosexualidad es una especie de enfermedad. La propuesta del versátil Joel Edgerton, actor, escritor y director en este película, se mete de lleno en el drama de ser un joven gay en un contexto social muy conservador, con padres sureños, uno de ellos pastor de la iglesia baptista de su ciudad. La trama se centra en el tratamiento psicológico y religioso que recibe Jared Eamons (Lucas Hedges), un adolescente que luego de confesarle a sus padres que es gay, acepta participar de una iniciativa que pretende curar la homosexualidad.
Sí, aunque parezca un chiste de mal gusto o que estamos viviendo en la década del 50, existen en la actualidad ''tratamientos'' que se administran para que una persona supuestamente pueda curar su homosexualidad.
Más allá de la obvia crítica que hace el film sobre este tipo de iniciativas y el daño que se le provoca a los jóvenes que sienten que no pueden expresar libremente su sexualidad, lo bueno que tiene es que profundiza sobre la dinámica familiar en la que colisionan creencias y convicciones, prevaleciendo en este caso el amor. Entiende la postura del que fue educado para creer que la homosexualidad es una anomalía mental, pero trabaja a la vez sobre el amor de padres a hijos y deja un mensaje esperanzador, educativo y contundente a la vez. Este mensaje es que no se le debe hacer daño a los jóvenes por cómo deciden vivir su amor y sexualidad. No se debe interponer la creencia personal por sobre el bienestar y los derechos del otro.
La dinámica y los diálogos de la historia están muy bien construidos. Resultan muy interesantes e intensos durante todo el metraje. Hay situaciones que realmente son fuertes y parten el alma. Sumado a esto tenemos la actuación del elenco que es realmente admirable. El protagonista principal, Lucas Hedges (''Manchester by the sea'', ''Moonrise Kingdom''), sigue demostrando que es un gran intérprete, y a la vez está muy bien acompañado por Nicole Kidman, Russell Crowe y el mismísimo Joel Edgerton que hace de todo en esta propuesta, y lo hace bien.
Una gran propuesta, fuerte y que interpela, pero que arroja un velo de esperanza sobre el futuro de nuestra sociedad, un futuro en el que prevalece el amor por sobre las diferencias generacionales y religiosas. Muy recomendable.