A pesar de las bajas expectativas (o quizá gracias a ellas) Corazón de León sorprende convirtiéndose en una comedia dramática que cumple con su objetivo. Sin maravillar, pero también sin caer en lo burdo, toca el tema de la discriminación y sale aireosa.
El espectador logra sentir esa discriminación tanto del lado del que la padece, como de auqel que la siente.
Y si hay algo que cuesta justamente es mostrar de manera humana como las personas estamos llenas de prejuicios. Tarea que en la cinta representa muy bien Julieta Díaz.
Francella por su parte da cuenta de su histrionismo para convertirse en el afectado que sale adelante gracias a su buen gusto y trato.
Y si bien todo el peso se lo llevan los protagonistas, es esta una peli en la que hay que destacar a los secundarios. Desde aquí nombramos a dos. Nicolás Francella (Hijo de Francella en la realidad y en la ficción); y Jorgelina Aruzzi que construye un personaje con personalidad como la secretaria del estudio de abogados.
Recomendada peli romántica que mira (ese es su acierto) desde la óptica de Julieta Díaz. Para pensar, para ponerse en su lugar, donde más de uno encontrará que también dudaría y que la sociedad se basa hoy en día, aún, en un montón de prejuicios.