Corazón de león

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Un romance a mediana altura

Ivana Cornejo (Julieta Díaz) tuvo muchos problemas en la vida, tanto afectivos como profesionales y eso que es una atractiva abogada, divorciada y que, lamentablemente, por ahora, trabaja en el estudio que comparte con Diego Bissoni (Mauricio Dayub), su ex marido, también abogado. El caso es que se enamoró por teléfono.

También le pudo haber pasado por internet. Y el señor que la flechó le pareció muy educado, divertido, ubicado. Después completará la radiografía, carece de compromisos, es divorciado y exhibe una sólida posición económica. Pero, tiene algo que no encaja, la altura: mide un metro treinta y cinco centímetros.

LOS PREJUICIOS
¿Pero como puede ser? "No pasa nada. Me faltan cuarenta centímetros. No es nada grave. Es distinto", le dice León Godoy (Guillermo Francella), el causante de sus futuros problemas, cuando deciden conocerse personalmente y se citan en una confitería. Y vaya que es distinto, el prejuicio no suele disimularse cuando está muy arraigado.

La pobre Ivana va a tener que replantearse esto que le está pasando, porque hasta Toulouse Lautrec tenía diecisiete centímetros más. Y la verdad que ni las amigas, ni la madre de ella la ayudan demasiado y eso que con ellas mantiene abiertas conversaciones sobre la discriminación. Claro que otra es la historia cuando cada uno se va a su casa. No es fácil para León Godoy haber sido pequeño toda la vida, aunque tiene el apoyo de su humor y especialmente de Toto (Nicolás Francella) su hijo, que desde chico admiró la actitud del padre, aparentemente sin ataduras para desenvolverse en el mundo siendo diferente.

VISION POSITIVA
El filme de Marcos Carnevale, como sucedía en "Viudas" o "Besos en la frente", dos de sus anteriores producciones, se centra en pequeños personajes con problemas y con parejas disímiles. Son seres muy humanos en situaciones especiales, con resoluciones verosímiles, para nada épicas, como podría ser la de Charlotte, la joven enana que se va con el circo en "De eso no se habla", la película de María Luisa Bemberg. En este caso, el director no profundiza demasiado en el tema de la discriminación, porque ése no ha sido el objetivo de una película que busca entretener y dar una visión positiva ante la asunción de una identidad "diferente".

Con diálogos simples y un humor certero, la película está bien resuelta en lo formal y tiene logradas actuaciones de la pareja central: Julieta Díaz (Ivana) y Guillermo Francella (León). Este último en un papel que los fanáticos del actor van a adorar. A ellos se suman las meritorias interpretaciones de personajes secundarios, como Nora Cárpena, en el papel de Adriana y Nicolás Francella (Toto), un actor al que es bueno seguir en su carrera.