¿Qué tendrá el petiso?
De la mano del reconocido guionista de TV y cine Marcos Carnevale llega a la pantalla grande el film Corazón de León, que retrata las desventuras de un hombre de apenas 1.36 m. que intenta por todos los medios enamorar a una abogada de estatura promedio en base a su indubitable carisma.
En principio las reservas eran muchas: la temática elegida y las posibilidad de caer en lugares comunes eran una amenaza latente. En tiempos de inclusión social y de reivindicación de lo diferente es difícil encontrar el equilibrio entre la comedia que se ríe de las limitaciones sin llegar a ser ofensiva o caer en un exceso de moralina de manual.
Para lograr esa alquimia que logre dejar satisfecho al público era necesario un sólido guión junto con actuaciones convincentes y una gran química en la pareja protagonista. Pues bien, ésta ha sido la ecuación que se ve reflejada en la interesante Corazón de León. El atractivo romántico está en manos de Guillermo Francella, quien interpreta a un reconocido arquitecto adinerado y carismático de baja estatura. Ha logrado formar una familia, estando ahora divorciado pero con una buena relación con su ex mujer. Entonces, por un hecho fortuito, conoce a Ivana (Julieta Díaz) y surge la inevitable atracción que lo lleva a presentarse en una cita a ciegas sólo resguardado por su -no poca- autoestima. Tal vez, en honor a la verdad, debamos mencionar un dato insoslayable: León es un multimillonario. Por eso en este primer encuentro le propone a su objeto de deseo una salida tan extraordinaria como fuera de lo común.
Este tal vez sea el lado más “discutible” de la trama: ¿León la enamora por su avasallante carisma o por el mero hecho de ser millonario? ¿El flechazo hubiera sido tan intenso si el protagonista fuera un humilde obrero de la construcción del conurbano bonaerense? ¿Estamos en presencia de un film que nos habla del amor por sobre las diferencias o que las disimula compensándolas? La respuesta que adoptemos frente a este planteo será la que definirá nuestro disfrute o no de la propuesta, porque a fuerza de ser honestos la posición económica de León no es un dato menor dentro de la trama. Convengamos que en líneas generales las comedias románticas no suelen ser panfletos proletarios y este elemento es común en distintas obras a través de las cuales el director Carnevale abordó diversas cuestiones, como lo fue con Anita y su visión edulcorada del síndrome de down, o Elsa y Fred y ese amor de jubilados sin apremios económicos que atenten a la concreción amorosa en la tercera edad.
Lo cierto es que más allá de este elemento (que sin lugar a dudas dividirá aguas entre defensores y detractores de este film) la química que se genera en pantalla entre los protagonistas es la clave para que los pases de comedia sean efectivos y cimentados en la personalidad avasallante de Francella en la pantalla. El principal conflicto pasa por la mirada del otro encarnada en primer lugar por Ivana (Julieta Diaz) y luego por su madre (Nora Cárpena) y su compañera de trabajo (Jorgelina Aruzzi). Todas nos irán poniendo de cara a los diversos lugares comunes que se generan ante la presencia del ser diferente. Esto será el gran tema a resolver en el film que se desarrolla con soltura en la primera mitad gracias a un fluido guión y excelentes interpretaciones, y que se empantana al ingresar al terreno más solemne y moralizador con una bajada de línea previsible dentro de los cánones de este tipo de historias. Pero este elemento no opaca de forma alguna el excelente arranque de esta comedia muy bien lograda desde lo visual, que enamora al espectador y entretiene de manera efectiva a fuerza de un gran elenco, en el cual nadie desentona.
El resto dependerá de la postura que el espectador tome frente a las comedias sobre diferencias (de estatura, sociales o de cualquier otro tipo), si prefiere aquellas que enmascaran las mismas para hacerlas más accesibles a la media social o aquellas otras que las muestran de forma más descarnada y real. El debate como siempre estará a la salida de las salas, que sin lugar a dudas se colmarán con esta atractiva propuesta de la mano del convocante Francella.