Fernando Ferro, un prestigioso traumatólogo, puede considerarse un tipo dichoso. Cada día al levantarse lo abraza una mujer que lo ama, comparte el desayuno en familia y parte rumbo a un respetable trabajo. Tiene una vida perfecta. Bueno, casi perfecta. Porque en realidad no tiene una vida, sino dos. Dos autos, dos trabajos, dos casas, hijos y perros. De lunes a jueves, su mujer es Paula. Y de viernes a domingo, Vera. Pero el amor es más fuerte y él ama a las dos con locura. Y está dispuesto a hacer lo necesario para compartir la vida con sus mujeres. Ellas no saben, pero un día lo descubren. Y ellas también están dispuestas a todo.