Una mujer decide reunir a sus hijos y parientes cercanos para comunicarles una decisión: enferma terminal, quiere terminar su vida antes de que todo sea peor. Es decir, el viejo esquema de “situación límite pasa en limpio viejos traumas familiares”. August sabe contar con delicadeza esta clase de asuntos y, por cierto, lo logra. Y sí, hay revelaciones, algo de comedia en medio del drama y todo eso. Ni menos ni, desgraciadamente, más.