Excentricidades infumables
Quiero aclarar que suelo disfrutar los filmes de David Cronenberg, pero con "Cosmopolis" me parece que el esnobismo y la pretención cruzó la barrera de lo aceptable. Sabemos que Cronenberg no es un tipo convencional, que utiliza mucho la psicología en sus trabajos y que gusta de situaciones bizarras cargadas de diálogos filosos. En esta última película de su autoría es muy palpable su sello característico, aunque creo que en esta ocasión se pasó de rosca y se despachó con un ensayo bastante conceptual acerca del horror del capitalismo y los caprichos del poder.
Pattinson (que demuestra que puede actuar) es un joven empresario asquerosamente millonario y excéntrico que decide cruzar en su limusina la ciudad de Nueva York en medio de violentas protestas sociales tan sólo para realizarse un corte de cabello. En el camino, se irá cruzando con los seres más insufribles y densos, personajes con los que uno no querría encontrarse en ningún momento de su vida real. Estos personajes en su encuentro con Pattinson, filosofan acerca del capitalismo, el poder, el sexo, la existencia, la muerte y demás yerbas que aportan a la crítica social que tiene el film. Vale aclarar, que la historia está basada en la novela del escritor Don DeLillo, por lo que la culpa de su densidad es compartida. Sinceramente no leí la novela, pero sospecho que en la imaginación de cada lector la historia debe tener un hilo conductor más integrado que el que decidió poner en pantalla el maestro Cronenberg.
Algunos fragmentos de diálogos, la crudeza de la puesta, la sexualidad y los aspectos psicológicos de sus personajes son el fuerte de este director canadiense; todas cuestiones que se pueden encontrar en este proyecto pero empañadas por la conceptualización excesiva. Como he escuchado por ahí, es una película para su grupo de seguidores y para algunos profesionales del séptimo arte que aprecian las tramas no convencionales y las excentricidades creativas. Para el público promedio, será una gran pesadilla psicológica que lo dejará agotado y muerto del aburrimiento. Maestro Conenberg... lo prefiero un poco menos conceptual, como en "Un Método Peligroso", "La Mosca" o "Promesas del este".