Fútbol con botones
Documental sobre dos viejos ex-periodistas amigos desde la escuela de periodismo que comparten coloridas anécdotas y un hobby tan singular como es el del fútbol con botones. Una película simple y divertida en la que se narran viejas historias y se enseña los detalles particulares del juego. Sin embargo, a pesar de ser correcto, los recursos narrativos comienzan a repetirse entorno al fútbol haciendo que rápidamente se agote y termine aburriendo. No obstante, los protagonistas rescatan al documental derrochando simpatía en cada uno de sus relatos mientras son acompañados con muy buena naturalidad por los realizadores.
Rómulo Berruti y Alfredo Serra son dos personas carismáticas con mucha experiencia en su materia quienes mientras el relato avanza van narrando historias bien interesantes y apasionantes con una habilidad enorme, probablemente perfeccionada con sus años de oficio. Anécdotas como las picardías de Berruti en los premios Oscar o la curiosa y tierna relación de Serra con una pequeña rusa en el mítico tren Transiberiano, engrandecen de manera fantástica la trama del juego de los botones.
Un juego de los botones que en primera instancia es entretenido por como uno van enterándose de las distintas reglas o sucesos en el juego. Sin embargo, los realizadores agotan el tema al presentar casi todas las peculiaridades del juego en la primera mitad, lo cual ya para el final solo queda repetir recursos o invitar a unos jugadores brasileros para que compitan. Momentos que lamentablemente no logran funcionar ya que las referencias a los botones se van volviendo cada vez más agotadoras y el encuentro entre naciones se ve muy forzado al entrometer dos personajes nuevos en el círculo íntimo de los protagonistas.
Incluso, la trama del documental se ve comprometida con la intrusión de un supuesta perdida del botón Bordenave donde si bien en un principio pudo haber pasado por verdadero, el seguimiento del jugador brasileño al baño revela el engaño rápidamente. Lo cual si en un documental hay indicios de falsedad, la credibilidad del mismo se cuestiona profundamente al no saber en que otras cosas nos pudieron haber timado.
"Cracks de nácar" es una película de tono festiva y cálida, donde se celebran los hobbys y la amistad. Un documental simple, pero bastante limitado y que ya para al final termina totalmente agotado. No obstante, es sumamente disfrutable.