No se la pierda, en serio. Es la historia (real) de dos periodistas y amigos (Alfredo Serra y Rómulo Berrutti, seguro que los conoce) adictos al fútbol de botones, que juegan en una cancha hermosa. O sea, un film raro pero también deportivo, sobre la alegría de vivir, de tener un hobby, y de conversaciones increíbles sobre las capacidades y habilidades de los “jugadores”. Sí, suena raro pero no, nada que ver: hay pocas películas tan alegres, distendidas y reales como ésta como para dejarla pasar.