Luego del gran desempeño mostrado contra Ricky Conlan, Adonis se convierte en el campeón mundial de los pesos pesados. Junto con el título, llega la noticia de que Bianca está embarazada. Todo parece ir bien hasta que Viktor Drago, hijo del caído en desgracia Ivan Drago, se presenta públicamente para desafiar a Adonis. El pasado de ambos se hace presente, y los problemas sin resolver del joven Creed, así como su relación con Rocky, serán puestos a prueba.
Luego de la grata sorpresa que resulto Creed en el 2015, nos llega Creed 2: defendiendo el legado. No pocos eran (éramos para ser sinceros) los que temíamos que aquella gran película solo fuera suerte, o si en realidad se podía construir una nueva saga con Rocky como secundario, pasándole la antorcha a otro boxeador.
Por suerte esto último no pasó, y el espíritu del Semental Italianosigue vivo ahora en su “sobrino” Adonis Creed. Y Michael B. Jordanvuelve a demostrar que no le tiemblan las piernas para cargarse un protagónico cargado de dramatismo, donde temas recurrentes de esta saga se vuelven a hacer presentes, como los conflictos familiares, la auto superación o encontrar el verdadero motivo por el cual se sube a un ring a pelear.
El resto del elenco por suerte está a la altura. Desde Stallone que parece haber aprendido a actuar ya de grande, pasando por Tessa Thompson y llegando hasta los villanos, Ivan y Viktor Drago. Ambos con pocos diálogos (se nota que no es su fuerte) pero con pura postura y caras de pocos amigos, logran establecerse como buenos villanos. Amén de que el actor que interpreta a Viktor, bien podría suplantar a La Montaña en Games of Thrones.
Quizás uno de los puntos flacos radica en la acción. Las buenas escenas de pelea filmadas por Ryan Coogler, acá se echan un poco en falta, aunque tampoco es que estemos hablando de un desastre. Pero si notamos un par de planos tomas en cámara lenta a lo Snyder, que se sentían bastante fuera de lugar con el estilo que se venía utilizando.
También vale aclarar, que, por momentos, la película se extiende un poco; y si bien no aburre, las dos horas se sienten. Quizás sea por una sub trama en particular, que suponemos que será explotada en una más que obvia tercera parte.
Creed 2: defendiendo el legadoes una buena secuela, que casi está a la altura de su predecesora. Con personajes viejos queribles, y nuevos que ya se ganaron nuestro corazón, es una cita obligada al cine, ya sean fans o recién se inicien con la saga de Rocky Balboa.