Cría siniestra

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La mejor película de terror que vi en el último tiempo proviene de Finlandia y la verdad
que todos los laureles que obtuvo hasta la fecha los tiene merecidos.
Hatching es una propuesta que combina el folclore nórdico con las producciones clase B
de monstruos que predominaron en los años ´80 y ´90.
La directora Hanna Bergholm evoca ese tipo de horror sobrenatural con una puesta en
escena centrada en el uso de los efectos prácticos con marionetas electrónicas.
Un arte que se fue perdiendo con el paso del tiempo ya que la tendencia de la actualidad
es abaratar costos con la tecnología CGI.
Más allá de esta cuestión técnica el argumento es atractivo y expresa algunos conceptos
interesantes sobre el uso nocivo de las redes sociales y los vínculos familiares tóxicos.
Los directores Jordan Peele y Alex Garland (Men) podrían aprender algunas lecciones
de esta producción que cuenta con un comentario social que no toma por idiota al
público ni cae en un burdo discurso pretencioso.
La trama tiene como protagonista a Tinja, una gimnasta de doce años cuyo talento para
esa disciplina se ve permanentemente saboteado por su madre.
Una influencer popular que ejerce una presión psicológica asfixiante sobre su hija con el
fin de convertirla en una atleta famosa.
No importa los logros que consiga Tinja, nunca son suficientes para complacer su
madre y mientras lidia con la transición a la adolescencia su psiquis se empieza a
deteriorar.
Y entonces aparece el bicho.
Un día encuentra un extraño huevo donde nace un monstruo espantoso que establece un
vínculo psíquico con la joven.
Pese a la apariencia aterradora de la criatura ella la adopta como una mascota a la que
llama Alli y de la que recibe un cariño que no encuentra en su entorno social y familiar.
Las cosas se complican cuando Alli empieza a actuar en respuesta a las emociones
reprimidas de Tinja y con el paso del tiempo desarrolla una apariencia humana.
El relato juega con el mito del Doppelganger y la figura del gemelo malvado que está
muy bien trabajado en el conflicto.
Lo interesante de la trama es que eventualmente la criatura hace cosas terribles, sin
embargo el verdadero monstruo de la historia es la madre de la protagonista.
Una mujer enferma obsesionada por mostrar en el exterior una vida perfecta que no
existe en la realidad y cuyas acciones en las redes son consumidas por miles de idiotas
que la consideran un ejemplo.
Si alguna vez participaron de un deporte federado entonces probablemente tuvieron
contactos con personas de este tipo que existen en todas las disciplinas.
Puede ser gimnasia deportiva, esgrima o fútbol.
Siempre aparecen ejerciendo una presión desquiciada sobre sus hijos con la
desesperación de conseguir a través de ellos lo que no pudieron hacer en sus vidas.
La interpretación que brinda la actriz Sophia Hekkla es fantástica por el realismo que le
aporta al personaje sin convertirla en una caricatura.
En lo referido al cine de género Hatching se desarrolla dentro del body horror y por
supuesto contiene algunos momentos repugnantes.
Los efectos prácticos y el diseño del monstruo corrieron por cuenta de Gustav Hoegen,
quien fue responsable en este campo de filmes como Prometheus, Star Wars: Solo,
Rogue One y la serie Andor.
La gran virtud de esta producción pasa por combinar una propuesta efectiva de horror
con un drama interesante que no cae en situaciones trilladas y trabaja con efectividad los
climas de tensión y suspenso.
Cabe destacar también la labor de la protagonista, Siiri Solalinna, quien tuvo la
complicada tarea de interpretar dos roles en la historia; la gimnasta y la encarnación
humana del monstruo.
Una de las mejores propuestas del género que pasó por la cartelera y recomiendo tener
en cuenta.