La flor más bella
Hay directores que poseen una sensibilidad especial para narrar historias de personajes olvidados, tal es el caso del cordobés Matías Herrera Córdoba y su premiada Criada (2010), film que trasciende más allá de su minimalismo gracias a la poética con la que fue concebido.
Hortensia es una mujer mapuche que ha pasado casi tres cuartas partes de su vida sirviendo a una familia. Lejos de sus afectos, ella ha construido un mundo que pareciera caerle a la perfección. La cámara de Herrera Córdoba se entromete en ese universo y lo ofrece a quien quiera conocerlo.
Criada se plantea como un documental de observación donde no se juzga ni se indica el camino a seguir. A través de poco más de una hora vemos a este personaje que bien podría pasar desapercibido en cualquier ámbito, pero que aquí está visible y protagonizando una historia, que no es más que la suya propia.
Diálogos casuales e improvisados se funden con imágenes del quehacer diario que nos muestran cómo es la vida de esta mujer, que a medida que trasciende el tiempo se nos vuelve más cercana, contraponiéndose a la distancia generada al comienzo.
Uno de los aciertos de Criada es la no utilización de los recursos clásicos del género documental, como la entrevista frente a cámara, y cómo a pesar de esto se va conociendo al personaje. Sus sentimientos, sus afectos, el pasado y el futuro de Hortensia quedan claramente reflejados a medida que el metraje avanza con la sola observación de lo que las imágenes nos muestran.
Matías Herrera Córdoba expone en su ópera prima cómo se pueden hacer documentales diferentes, reflejando la realidad cotidiana de seres invisibles para convertirlos en héroes de sus propias historias y que el mundo los admire.