Según le explican a la pequeña protagonista en la escena inicial de este film fantástico, el "wildling" al que se refiere el título original es una criatura con uñas largas y dientes afilados como cuchillos que se come a los niños. Pero esa chica, que vive encerrada por un demente que le cuenta esas historias, no tiene que temer precisamente al wildling. Esta película es original en varios sentidos, por el ejemplo la estrategia narrativa que provoca que hasta casi la mitad el espectador no sepa si se trata de un psychothriller o de una historia de licantropía.
Hay una parte muy interesante de "Wildling" que recuerda a clásicos del cine de arte como "Kaspar Hauser", de Werner Herzog, o "El niño salvaje", de François Truffaut. Pero el director y coguionista, Fritz Bohm, finalmente se centra en una especie de licantropía y la existencia de seres sobrenaturales en los bosques norteamericanos, con buenas imágenes y actuaciones de Liv Tyler como la policía que encuentra a la nena, y del siempre ominoso Brad Dourif como el hombre que la tiene secuestrada.
Más allá de que la mezcla no siempre cierra, "Criaturas nocturnas" es una buena película fantástica, y no sólo de terror, que sabe cómo combinar su historia ancestral con temas contemporáneos.