Acercamiento al pasado
La cuestión es que a la media hora la película se viene abajo por su propio peso. Si viste al menos cinco películas de este género (thriller según la descripción; con tinte fantástico le agrego yo) en tu vida, ya sabés cuál va a ser el giro de la trama. El principal problema de Criaturas nocturnas (Wildling) es que, por un lado, ofrece casi todo la idea general de lo que tiene para mostrar en el trailer; y luego, que nunca da nada diferente fuera de lo que se espera descubrir cuando ya de entrada todo lo que imaginás o sospechás al respecto del secreto del personaje principal te es mostrado sin ninguna intención (o tal vez nunca se pudo llegar a ese punto desde el planteamiento de historia y personajes, vaya uno a saber)
En un momento, tal vez, pecando de inocente espectador, o porque le puse un poco de onda y quise darle una oportunidad, intenté creer que el planteo fue desde un inicio no ir con una sorpresa sino más bien mostrar sin reparos quién es quién y de qué va el personaje de la niña cautiva; pero no, nada; toda la carne (nunca mejor usado el término, creo yo) está en el asador.
Liv Tyler tiene un desempeño correcto y sirve para atraer público, no mucho más que eso. No más que decir del resto del elenco. Si menciono a Bel Powley es porque protagoniza, pero no da una interpretación magistral y bueno, tal sea porque no es el tipo de género para ello o, en todo caso, no se hayan enfocado lo suficiente, como ya adelanté al principio, en trabajar la cuestión dramática que se presenta a pesar de las intenciones del director primerizo Fritz Böhm, quien también coguiona en esta, su primera experiencia al mando del barco. Más bien va en camino de trazar un paralelismo con la obsesión con cierto misticismo religioso por medio de la imagen del agua y el bautismo como “renacimiento” y la sangre como indicio de crecimiento y desarrollo adulto, con todo lo que implica en términos religiosos. Probablemente una crítica solapada, o no tanto, a este tipo de creencias que no siempre ayudan en la formación de la persona, con su peso emotivo penitente.