Criaturas nocturnas cuenta la historia de Anna quien pasó toda su infancia encerrada en una habitación, bajo el cuidado de un misterioso hombre al que conocía como papá . Un día la sheriff del pueblo, libera a Anna y la ayuda a comenzar una nueva vida acogiéndola en su casa, pero las pesadillas sobre unos monstruos comeniños llamados “Wildlings” interrumpen la posibilidad de una vida normal.
Lo primero que se escucha en esta producción canadiense, opera prima del director Fritz Bohnm, es una voz que nos cuenta sobre el potencial villano de esta película. Esa voz pertenece nada más y nada menos que a Brad Douriffconocido por dar vida a Chuckyde la saga Child’s play. Como un cuento de terror que pasa de generación a generación Criaturas nocturnas empieza de manera terrorífica escapándole al principio al lugar común y ofreciendo una cuota de sutil perversión. Es en esos primeros quince minutos donde se encuentra lo mejor de esta propuesta, ya que lo que muestra podría ocurrir realmente. El hecho de que el director se apoye sabiamente en el trabajo de Douriff es un acierto ya que el actor le aporta su cuota de locura e intensidad a su personaje, algo así como que lo hace de taquito. Si después no siguiera la historia, ese comienzo quedaría como un muy recomendable cortometraje.
Pero lamentablemente la historia sigue y a pesar de los esfuerzos de la convincente Ben Powley en el papel principal de Anna, una chica que va convirtiéndose en mujer, la trama se estanca en el típico cuento de crecimiento ya mil veces visto, como un coming of age a lo Carrie pero con una tradición similar a la nórdica. El terror no pasa por escenas de sus sustos o de miedo sino por una intriga que genera tensión ya que se sabe qué ocurrirá pero no se puede detener. Lo malo es que su director no logra despegarse de las innumerables películas que tratan el mismo tema. A pesar de sus niveles de producción correctos en donde destaca la fotografía de Toby Oliver, esta producción se conforma con ser una historia chiquita que conoce sus límites y sacando su potente principio, no pretende nada más.
Y un párrafo aparte merece Liv Tyler. Actriz poco valorada que cada vez que aparece un trabajo suyo en los cines sorprende. No tanto por su papeles sino porque su imagen nos hace recordar una época en la que ella era una de las figuras más atractivas y llamativas del mundo del espectáculo, una actriz que supo dar varios momentos icónicos para la retina del espectador. En los últimos años pareciera que prefirió mantener un perfil bajo, metiendo proyectos independientes e incursiones al género de terror como el caso de la excelente Los extraños (2008, Bryan Martino). Esta película producida por ella trae de nuevo a una actriz que debería haber tenido mejor suerte. Su rol más allá de otorgarle un nombre para ser vendido al mercado es interesante ya que al principio el espectador puede suponer que al verla viviendo con un adolescente es una madre pero en realidad se trata de su hermano. A pesar de que el director deja bien en claro eso en la boca de sus personajes es imposible no pensar lo contrario debido a las acciones que cometen. Es un cambio bienvenido si pero no quita que este mal llevado.
Con todo esto dicho The windling no pasara a la historia como una gran película de terror, ni tampoco será recordada como uno de los mejores trabajos de Liv Tyler quien es lo más destacable de esta producción. En todo caso se trata de historia interesante dentro de las miles que se estrenan durante el año en la cartelera.