El caso policial fue contundente y marcó al pequeño pueblo cordobés de menos de 700 habitantes en el que tuvo lugar: un hombre de 77 años fue asesinado por su joven mujer de treinta y pico con la ayuda de su hermano, en 2005.
En este reciente documental el realizador Lucas Distéfano vuelve al lugar del hecho para entrevistar a gente que los conoció y tratar de encontrar respuestas un poco más complejas que la mera solución judicial. Y lo que encuentra revela, entre otras cosas, una situación económica y una potencial desesperación que puede haber llevado a estos personajes a cometer semejantes actos.
En medio de una serie de descripciones de los personajes y conjeturas sobre lo que pudo haber pasado, los lugareños van abriendo las puertas a una realidad cuya dureza lleva a que sea pensable que una mujer mate a su marido solo para quedarse con “los 1.500 pesos de su jubilación” y otras cosas de ese tenor.
Los entrevistados aportan, por un lado, mientras que la cámara de Distéfano observa a este pueblo pequeño en el que la falta de trabajo, el desierto implacable y hasta el tedio son factores a tener en cuenta. El film hasta parece poner en duda algunas de las realidades instaladas en el caso, más que nada al reforzar la idea de que las cosas en ese lugar tal vez no sean tan claras como parecen…