No es común ver en la cartelera de cine producciones ambientadas en África. Este es el turno de “Crimen en el Cairo”, una película del director sueco de origen egipcio Tarik Saleh, que viene con una notable crítica internacional, como un 88% en Rotten Tomatoes o 70 puntos en Metacritic. Es destacable por parte de las distribuidoras que aparezca en cartel un film que no se corresponda con los grandes estudios hollywoodenses y, así, dar lugar a una oferta más variada de cintas en las salas.
El film contiene una gran carga de crítica sociopolítica y está contextualizado en el estallido de la primavera árabe en Egipto. Primavera árabe se denomina al proceso que va desde 2010 a 2013, donde en la mayoría de los Estados árabes se dieron grandes manifestaciones populares, algunos financiadas por potencias de occidente, en pos de la democracia y los derechos humanos que culminaron con los entonces regímenes políticos; el caso que acompaña a la trama de esta película es el de la caída de Mubarak en el país egipcio.
“Crimen en el Cairo” es un thriller policial que comienza con el asesinato de una joven en una habitación del hotel Hilton de El Cairo. El protagonista es el detective de la policía, Noredin, el cual con su investigación empieza a desvelar una red de corrupción que abarca a todos los estratos sociales, tanto económicos como políticos, en el cual nos vamos adentrando cada vez más a medida que avanza el film.
Es interesante como está tratada la trama. A medida que la investigación se desarrolla, vamos conociendo más sobre diversos personajes oscuros y el procedimiento del caso; a través del montaje, los realizadores nos muestran un paralelismo con cómo fue avanzando la protesta y la crisis política en Egipto.
La combinación entre el guión y la dirección de arte en este film da como resultado un relato de una índole bastante oscura y sólida a la vez. La película nunca pierde su ritmo inicial y, si bien no evoluciona con mucha tensión, sí lo hace con misterio. La música del film está en una concordancia muy destacable con la historia y logra transmitirnos esa sensación de clima de crisis e intriga que las imágenes nos ofrecen.
Así como la producción de la película es muy buena, acompañan actuaciones que también lo son. Sin embargo, a mi parecer, el protagonista interpretado por Fares Fares no consigue generar en el espectador lo mismo que la trama o el arte, aunque esto no tiene por qué responder a una mala actuación, sino que puede estar más ligado a una cuestión de decisión en la construcción de su personaje como alguien sobrio y poco expresivo.
En síntesis, “Crimen en el Cairo” es una película intrigante y oscura que no se destaca por generar mucha tensión en el espectador, lo cual no opaca que esté muy bien realizada. Su punto más fuerte se encuentra en lo bien reflejado que está el contexto de la Primavera Árabe en el film. También hay que resaltar la cuestión de que aparezcan cintas de este estilo en una cartelera inundada de mega producciones de Disney o Marvel.