La decisión del sueco Daniel Espinosa de adaptar a la pantalla grande la novela Child 44 es extraña, viniendo de una carrera dentro y fuera de Suecia encaminada en el thriller de acción con Snabba Cash: Easy Money y, ya en tierras anglosajonas, con la interesante Safe House. Pasar de la acción a raudales a un thriller político en la era stalinista funciona como paso al costado para el director, ya que Child 44 resulta extremadamente densa y demasiado larga para aguantar su pesimista y mórbida trama.
Dentro de ella hay una o varias grandes historias, pero la mezcla de tramas y la no firmeza que se genera al no apoyar sólidamente los pies para uno u otro lado hacen que la atención del espectador pierda fuelle y se termine aburriendo en el camino. Y con semejante argumento, es difícil que se pierda el foco. En medio de una horripilante seguidilla de muertes infantiles, hay una cortina de humo que propone el gobierno, ya que el asesinato no es algo que ocurra bajo su atenta mirada, y es más propio de otras latitudes capitalistas. Ya con ese dato es suficiente para captar todas las miradas y más si el protagonista está interpretado con todas sus aptitudes actorales por Tom Hardy, quien se encuentra a gusto en papeles de este estilo. Hardy es Leo Demidov, un militante de la causa que tiene fe ciega hasta que se demuestra todo lo contrario y, por ir contracorriente, es desviado de su investigación para poner el foco en su propia familia, ya que su esposa es tildada como una traidora al sistema.
Entre una trama y la otra fluye el film, salpicado con un elenco de excelente nivel que lamentablemente no lleva a ningún lado. Hardy y Noomi Rapace vuelven a compartir escenas luego de su pasada por The Drop, y tienen el suficiente carisma para sacar adelante su parte, mientras que virtuosos como Gary Oldman, Vincent Cassel y hasta Joel Kinnaman venden con muchas ganas sus papeles de época. Pero el naufragio ocurre desde el guión y la dirección, al intentar Espinosa y su guionista Richard Price abarcar mucho y enfocarse en poco, hasta adicionar un par de escenas de acción que no combinan para nada con el tono político y policial que se vino cimentando desde el comienzo.
Así, Child 44 termina siendo un film fallido, que tiene virtudes por sobre su inspirado elenco, pero al final se queda corto con tantos aires de grandeza que tiene. Más allá de la promesa de su trama, no hay mucho más que un par de potentes escenas dramáticas y la ilusión de una historia bien contada.