Crónica de una tormenta

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

Testosterona, la obra teatral de la mexicana Sabina Berman, es la historia base para su adaptación al cine en Cronica de una tormenta que se estrena este jueves en plataformas de Cine.ar. Realizada en coproduccion entre España y Argentina, a traves de esa ya vieja sociedad entre Gerardo Herrero (España) y Haddock Producciones (Argentina) está protagonizada por Ernesto Alterio y Clara Lago. Opera prima también dirigida por una mujer, la madrileña Mariana Barassa.

Que se trate de una obra teatral se nota en la encerrona de sus pocos personajes, mayormente dos, sujetos a lo que brinda ese reducido espacio del diario en la víspera de una Nochebuena.
La entrega al periodismo como la más noble de las actividades se enuncia con cierta nostalgia tramposa, y pronto va dando entrada a un juego de dominó en el que se van desenmarañando las estrategias del poder. El director de un diario debe elegir a su sucesor entre sus dos subdirectores. La diferencia entre los hombres y las mujeres cae en la obviedad,y la charla que tendrán durante esa noche Antonio y Maca rápidamente toma el camino hacia la interrogación sobre la moral y la maternidad. El título de la obra de Berman es más que evidente.
Ambiciones de un lado y del otro, y con un título que busca más la taquilla que la resonancia de algún significado, Cronica de una tormenta tiene un único motor en su historia y es el diálogo. Porque es el dialogo y no las acciones lo que empuja hacia adelante, son los tonos de voz, las miradas, y las emociones exteriorizadas el dispositivo limitado por cierto que responde precisamente a su origen teatral.
No hay obligación para que esos personajes pasen toda la noche en su trabajo salvo la resolución de una disputa basada en la atracción que tiene el poder; el pasado de una relación profesor-alumna y una admiración-atracción son temas que se diluyen en un momento no muy identificado. La película gana en la actuación, en lo ajustado de su fotografía, no mucho más.