PENOSA COMEDIA CON GARRAFALES (Y SORPRENDENTES) CARENCIAS
Ed Wood fue un director de cine norteamericano que quedó definido, a partir de su muerte en 1978, como el peor director de todos los tiempos, por su dirección desastrosa de Plan 9 del espacio sideral. Actualmente es valorado por algunos aficionados como director de culto, pasando a la Historia para siempre. Habrá que ver si Diego Rafecas se convertirá, con el tiempo, en el Wood argentino.
En su última “obra” presenta la historia del reencuentro de dos sexagenarias hermanas (Moria Casán y Nacha Guevara) en el entierro de su padre (Enrique Pinti), titular y socio fundador de un mega holding de medios. La primera es la hija legítima y titular de la empresa familiar; la otra, no: es “La Reina de la Bailanta de González Catán”. Pertenecientes a mundos distintos, ambas se enfrentarán por la fortuna heredada, y por algo más.
A grandes rasgos, esto es lo que se entiende del filme, dado que está poblado de largas escenas habladas (con diálogos algo absurdos, incoherentes, que poco suman); todas ellas editadas en montaje paralelo con situaciones pasadas, como para “aligerar” el ritmo del filme con la alternancia de flashbacks, lo que aturde aún más.
Probablemente sea una de las peores películas (vistas por mí) de los últimos tiempos. Un filme con una enorme falencia de guión, actuaciones y montaje, tres de los grandes pilares de una obra audiovisual; pero, indefectiblemente, la ausencia de dirección o, mejor dicho, la presencia de una pésima dirección, lleva a “Cruzadas” al fracaso artístico y comercial que está teniendo. Resulta totalmente justificado que ésta resulte un chasco de película, cuyo director no puede comprender su fatal desacierto; y es lógico: resulta muy difícil para un autor ver cómo despedazan sin piedad la obra que, seguramente, le ha llevado enorme tiempo y esfuerzo durante años. Pero no es lo único que hay que poner para hacer cine; el talento juega un papel preponderante y, tal vez, Rafecas, en esta película al menos, demuestra una carencia radical, tajante. Ni los actores se salvan, incluso algunos de ellos muy buenos en otros espacios no cinematográficos, y otros (a mi modo de ver) con poquísimos aciertos artísticos: Tomás Fonzi, Willy Lemos, Alejandra Majluf, Chachi Telesco, Claudio Rissi, Gonzalo Suárez, Sebastián Cantoni, Carlos Belloso, Claudia Arbertario, Hernán Caire, ´Cabito´Massa Alcántara.
El cineasta argentino, enojadísimo con la recepción crítica de su obra, acaba de proponer que llevará al Congreso una Ley para “abolir la crítica cinematográfica”. Explica, en un texto publicado en la red social más famosa, que la crítica de cine es una acción parasitaria, hecha por gente que no tiene idea alguna del cine, “que jamás hicieron un corto”, que es un “trabajo engañoso, impune y cobarde”. Cuando esa crítica de la que él se queja es prácticamente universal en contra de su filme, es extraño que esa unanimidad ni siquiera haga recapacitar al cineasta acerca de lo que ha hecho, levantando un manto de necedad y ceguera, sin un pequeño resquicio de autocrítica.
Quien escribe no ha visto ningún filme (completo) de Rafecas, hasta hoy, con “Cruzadas”. La anterior, “Paco”, tuve que interrumpirla a poco de iniciada su reproducción (15 minutos aproximadamente) dado el “tratamiento televisivo” de los encuadres, las actuaciones y la edición de esos escasos primeros momentos. No he podido reseñarla (dado que no la he visto); sólo lo incluyo a modo de comentario, dado que me disponía a ver un producto cinematográfico (en DVD hogareño, lógicamente) y sentía estar vivenciando un capítulo del unitario televisivo “Sin condena”. Así y todo, con ese background, le di la posibilidad a “Cruzadas” (en el cine, pagando mi entrada) y no hizo más que confirmar lo más temido: la sensación de estar viendo una mala telecomedia.
Y esto lo firma alguien que sí ha dirigido, producido y hasta actuado en cortometrajes. Digo… como para quedar afuera de la fauna inservible acusada por el director…