"El último de los cowboys"
Ya puede verse en las salas de cine argentinas la nueva película dirigida y protagonizada por Clint Eastwood a sus 91 años de edad.
Por Denise Pieniazek
Cry Macho (2021) la nueva película del legendario Clint Eastwood está basada en la novela homónima de N. Richard Nash, quien escribió el guión cinematográfico junto a Nick Schenk. La historia de Cry Macho inicia a fines de la década del ´70, cuando un veterano cowboy llamado Mike Milo (Eastwood), debe obedecer al pedido de un antiguo conocido, su ex jefe Howard Polk (Dwigth Yoakam). El favor a realizar consiste en buscar y traer a Texas, Estados Unidos al hijo de Polk, Rafael unos de 13 años de edad, quien vive en México con su madre, puesto que su padre sospecha que padece violencia familiar. Como es habitual en el western es el solitario Mike quien se ocupará de rescatar al joven sin recurrir a la ley. En consecuencia, el relato fusiona los géneros cinematográficos como la road movie con el western, puesto que observaremos a esta peculiar pareja compuesta por un hombre mayor ícono de uno de los emblemas norteamericanos como el rodeo, y a un adolescente mexicano, en un viaje en vehículos motorizados a través de la México rural y la frontera.
Al respecto, hay varios aspectos interesantes a considerar a la hora de interpretar el largometraje. En primer lugar, es importante tener en cuenta que las road movie con frecuencia centran sus viajes en carretera en el tema de la masculinidad -recordemos que el título del filme es un oxímoron que podríamos traducir como “Macho llorón”- y sus protagonistas atraviesan una crisis existencial o emprenden un viaje de autodescubrimiento. Asimismo, en el western predominan las fronteras y el autodescubrimiento de sus protagonistas, porque como adelanta el poster publicitario de Cry Macho, es “una historia acerca de estar perdido… y encontrarse”. En consecuencia, el concepto de viaje propio del género está presente en el relato tanto de forma literal y visual como representación simbólica de la búsqueda de cambio tanto de Rafo (apodo de Rafael) como de Mike, en dos edades muy distintas de sus vidas.
En segundo lugar y de forma aditiva con lo mencionado anteriormente, es fundamental reflexionar acerca de la figura estelar de Clint Eastwood, quien interpretó más de setenta largometrajes y dirigió más de cuarenta películas. Eastwood es un ícono cultural permanente de la masculinidad cinematográfica, cuyo texto estrella[i] osciló entre la interpretación de héroes y antihéroes, mostrando gran capacidad actoral al poder variar de caracteres y de un abanico de géneros. Sus personajes, suelen desafiar los valores morales norteamericanos tradicionales otorgando cierta ambigüedad representativa. En Cry Macho, Eastwood encarna -no azarosamente- a una estrella del rodeo (en su casa hay recortes de periódicos que condensan esta información) cuya celebridad se encuentra en el pasado. Algo en sintonía a lo que sucedía en el maravilloso filme El ocaso de una vida (Sunset Boulevard, 1950) y el personaje de Norma Desmond (Gloria Swanson), sin embargo, la diferencia radical es que en la realidad la carrera de Eastwood nunca perdió visibilidad y estrellato. En consecuencia, el texto estrella de Eastwood vuelve una vez más sobre sí mismo, reafirmándolo como un modelo de masculinidad y su labor de toda una vida dedicada al cine.
Todo esto nos permite pensar en la cuestión principal representada en Cry Macho: la crítica hacia el modelo tradicional de masculinidad, al estereotipo machista del hombre dominante funcional al patriarcado. Coincidente una vez más con una característica central de las road movies, la insubordinación contra las normas conservadoras de ese universo diegético. El joven Rafo llama a su gallo de riña “Macho”, que, por supuesto refiere al género masculino, pero también a la representación latina del hombre como fuerte, robusto, viril y prepotente. Mientras que el pequeño Rafo aspira a ser un macho, Mike enuncia de forma crítica: “…Esas cosas de machos están sobrevaloradas”. Entonces es pertinente interrogar ¿es el personaje o Clint Eastwood quien reflexiona al respecto? Incluso Mike replica en una escena con la sabiduría propia de la vejez “Para cuando lo entiendes ya es muy tarde”. En consecuencia, la elección de la dupla masculina protagónica con una gran brecha generacional entre ambos personajes resulta más que atinada. Pues hay un pasaje de sabiduría, pero también un cambio de valores que encuentra su futuro en las nuevas generaciones. Es el Eastwood en su madurez quien repasa su carrera y asiente que los “machos” también lloran, como enuncia el título de su filme. Porque es en la frontera del paisaje o de los lindes territoriales donde el hombre se tornará una frontera en sí mismo, teniendo que elegir si permanecer en los cánones patriarcales o desprenderse de ese modelo de masculinidad.
Asimismo, la película esboza una crítica a la institución familiar, Mike cree que Rafo estaría mejor sin ninguno de sus progenitores. También se representan distintos modelos de familia, es en esas escenas donde se encuentran los momentos más emotivos y tiernos de la película, en donde la economía gestual de Eastwood se hace presente. En la aventura escapista que emprenden Mike y Rafo conocen a Marta, una mujer que pertenece a una generación similar a Mike, dueña de un bar cercano a la frontera. Marta (Natalia Traven) no teme a la corrupción que reina en su pueblo y como matriarca es el sostén de su familia compuesta por varias nietas. Es decir, que la representación de Marta es la de una mujer fuerte, salvando las distancias como aquellas mujeres emblemáticas de los westerns clásicos como Joan Crawford en Johnny Guitar (1954). Por último, Eastwood a través de este “tatita” dejará plasmada una última reflexión: nunca es tarde para el amor. Si bien la Cry Macho dista de ser lo mejor del cine de Eastwood como director y tiene algunos problemas de verosimilitud en algunas de las secuencias de persecución, siempre es placentero contemplar la vigencia de su talento. Clint Eastwood expresó alguna vez en una entrevista: “Todos se preguntan por qué sigo trabajando en esta etapa. Sigo trabajando porque siempre hay nuevas historias...Y mientras la gente quiera que les narre, estaré allí haciéndolo”.